Gallos clandestinos en Tlaltelulco

Con la posible venia del alcalde de Tlaltelulco Rubén Pluma Morales, en el barrio de Tecpa Morales se llevaron a cabo hace unas semanas peleas clandestinas de gallos. Los organizadores pidieron la autorización correspondiente a la Alcaldía e incluso pagaron una cuota a la Delegación Municipal de dicha localidad, pero todo terminó en un fiasco y un quemón.

Con base en el testimonio de vecinos, hace alrededor de tres semanas, durante casi una entera, observaron que en el salón de la Delegación de Tecpa hubo cada noche y hasta la madrugada decenas de autos y camionetas estacionadas, lo que les llamó la atención porque la fila se extendía casi hasta la Vía Corta y no sabían que se celebrara alguna fiesta.

Fue un miércoles cuando de noche escucharon lo que identificaron como disparos de arma de fuego, pero la gota que derramó el vaso fue que a la mañana siguiente los habitantes se encontraron con los cuerpos de gallos de pelea tirados a un costado de la capilla de Guadalupe, lo que generó la indignación de los habitantes y sobre todo de los encargados de las actividades religiosas.

Tras hablar con la delegada identificada como Gabriela, se descubrió que el salón se había rentado para peleas de gallos, lo malo fue que no reportó a la comunidad los recursos que ingresaron y solo pretendía justificarlos con la adquisición de dos cubetas de pintura para aplicar en el edificio, lo cual inconformó a la gente que le exigió cuentas y dar por terminadas las peleas.

Por supuesto, el particular que pagó por el espacio también se inconformó y reclamó la devolución de su cuota porque ya no se le permitió llevar a cabo las últimas peleas del domingo siguiente.

Lo peor, fue que la clandestinidad en que se desarrolló el improvisado palenque puso en riesgo la seguridad y tranquilidad de los habitantes de Tecpa Morales, pues no hubo seguridad pública de ningún tipo ni revisión de las condiciones del lugar, también se reportó la presencia de personas armadas y el fuerte consumo de alcohol, amén de que para un evento de ese tipo forzosamente se requiere de un permiso de la Secretaría de Gobernación por tratarse prácticamente de juegos de apuestas.

Pero igualmente el alcalde petista Rubén Pluma que apenas el domingo fue elegido como uno de los dirigentes estatal del Partido del Trabajo, tiene una alta responsabilidad en este caso porque de ser cierto que dio su anuencia entonces es cómplice de un acto ilegal, sobre todo de no garantizar la tranquilidad y seguridad de sus conciudadanos… ya veremos.

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