Política y políticos, la tragedia 

Bernardino Vazquez Mazatzi

Escritor y Periodista

Al Partido Revolucionario Institucional, PRI, sólo le faltaba un dirigente nacional como Alejandro Moreno, conocido en el ámbito político como “Alito” para escribir la última etapa de su existencia. En términos generales, los líderes han sido los sepultureros de sus partidos. En el Partido Acción Nacional, PAN, además, su ex candidato a la presidencia, Ricardo Anaya, ha sido el verdugo mayor al ser quien más se ha esforzado por aniquilar al albiazul.

Los escándalos de los líderes nacionales son de vergüenza, son la muestra de los que no debe existir en el mundo de la política, es la clara muestra de la decadencia de los políticos y algo que como sociedad mexicana no nos merecemos. Y nos debe importar mucho lo que hagan o dejen de hacer los dueños de los partidos porque viven, y muy bien, gracias a los impuestos que pagamos todos los ciudadanos.

No existe ninguna explicación ni justificación que trate de aclarar lo que ocurre en el PRI o en cualquier otro partido, cuando de abusos se trata. En las grabaciones difundidas por la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, se exhibe toda la podredumbre de un partido, se expone toda la decadencia de un sistema interno y la aberración con la que los dirigentes se manejan para disponer de los recursos producto del financiamiento institucional y del dinero producto de la corrupción y de las extorciones.

Muy ofendido, el dirigente nacional del PRI intentó desmentir la veracidad de esas grabaciones y de forma torpe, tardía y débil, intentó decir que eran ilegales, como si lo ilegal o lo legal eliminaran su existencia. El golpe de la gobernadora morenista fue letal, contundente, demoledor, permitidas o prohibidas por la ley, la voz de Alejandro Moreno estaba en la opinión nacional y daban muestras de lo que era el PRI por dentro.

Alito recurrió a la más absurda de las formas que a alguien se le pudiera ocurrir para negar que esas conversaciones existieran o que fueran el registro de su voz. Al no poder convencer a nadie de que él no habló ni pronunció esas frases aceptó haberse reunido con esa gente pero que lo que dijo no lo dijo así, sino que alguien, con la suficiente tecnología y mala fe, utilizó frases y palabras suyas, las formó a su modo, las compuso y manipuló para que, al escucharse, se escuchara algo que no dijo.

Ante diversos medios de comunicación, Alejandro Moreno luchó por explicar lo inexplicable y lanzó el dedo acusador enloquecido para todas direcciones, culpó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a MORENA, a la 4T, a su mala suerte y a cuanto se pudiera. Nadie le creyó. Nadie le cree, nadie va a creerle.

De una forma muy cruda, la sociedad mexicana conoció cómo es que se conduce la política en nuestro país, cómo es que viven los monarcas políticos, de qué forma se obtienen los recursos por los que viven como reyes y se tuvo conocimiento del grado de podredumbre y asquerosidad con la que se vive en los palacios del poder político. Alejandro Moreno, sin embargo, es sólo uno de ellos. Pero la historia registra muchos otros casos como los niños verdes del PVEM, o los excesos y abusos de la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática.

Y las majestades políticas de México podrán negarlo cuanto quieran, de la forma que quieran, se harán víctimas y llorarán de forma hipócrita, pero la verdad es la que crea la sociedad y será la que exponga la peor parte de los políticos. Para la sociedad mexicana conocer esas grabaciones resultó toda una decepción y una frustración. Si ya el PRI, los partidos, los políticos y hasta las autoridades electorales ostentaban la peor de las desconfianzas, este capítulo de nuestro sistema de partidos acabó por matar toda esperanza.

El PRI ya no tiene ahora la posibilidad de recuperar la confianza o credibilidad de la sociedad. Su desmoronamiento final se adivina con la opinión generalizada del pueblo. A nadie le parece justo, justificable, normal o digno el proceder y actuar de ese partido, de la cúpula priista. Nadie va a meter las manos al fuego por el tricolor. Su final se ha anunciado y lo ha escrito el propio PRI.

Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button
WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com