Los niños, el sector más olvidado del Gobierno
Preámbulo
En 2018, se registró ante el INE, el “Proyecto Alternativo de Nación” que contiene la plataforma electoral y el programa de gobierno del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador. En ese documento solo en dos ocasiones y de forma superficial se menciona a las niñas y niños.
En febrero de 2019, una de las primeras acciones de este gobierno fue la cancelación del programa de apoyo a las Estancias Infantiles pero no se hizo nada para reemplazarlas y robustecer la de por si pobre infraestructura para su cuidado.
Ni qué decir de la dolorosa situación que enfrentan los menores que padecen cáncer y que, a tres años de distancia, continúan sufriendo el desabasto de medicamentos y tratamientos.
Hoy, la decisión de no incluirlos en el Plan Nacional de Vacunación para protegerlos contra el COVID19 y la emisión de una nueva Norma Oficial en materia educativa que sobrerregula a las escuelas y que provocará que muchas de ellas cierren, dejan en claro que los niños son el sector más olvidado por este gobierno. En esta Señal COPARMEX analizamos este tema y generamos propuestas para que sean vistos y escuchados.
El abandono de los niños con cáncer
El colectivo Movimiento Nacional por la Salud Papás de Niños con Cáncer ha señalado que actualmente 20 hospitales a nivel federal y 15 centros de salud estatales registran entre un 70 y un 90 por ciento de desabasto de medicamentos de quimioterapia.
Hay una escasez de al menos 39 medicamentos para tratar el cáncer infantil, un rezago en el suministro que se observa principalmente en el sureste de México. Este desabasto ha provocado la muerte de 1,600 niños y ha perjudicado a los más de 19, 000 pacientes infantiles que se atienden en hospitales públicos.
Situación frente a la pandemia
Estamos lejos de cumplir la meta de vacunación. El presidente aseguró en mayo que se preveía que para finales de octubre toda la población mayor de 18 años (alrededor de 80 millones de personas) habría recibido por lo menos una dosis de vacuna COVID.
La organización Our World in Data reporta al corte del 3 de noviembre que solo el 57 por ciento de la población mexicana ha recibido una dosis, mientras que sólo el 47 por ciento tiene el esquema completo.
Estas cifras, por desgracia, no incluyen a un solo niño.
Los niños en riesgo por COVID-19
La Secretaría de Salud ha informado que se han registrado un total de 904 defunciones en este segmento de la población. A medida que la población infantil se vaya vacunando, el riesgo de hospitalización o muerte en niños y adolescentes disminuirá de manera radical, sobre todo, dada su exposición ante el retorno a clases presenciales.
De acuerdo con datos del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística, las hospitalizaciones por COVID-19 en menores de 18 años en México aumentaron 110 por ciento entre enero y agosto. En los Estados Unidos, por ejemplo, con la tercera ola se dio un incremento de más de 10 veces el número de hospitalizaciones en edades pediátricas.
En los países donde una gran proporción de los adultos ya está vacunada, los niños representan una importante fuente de infección.
Panorama Internacional
En Estados Unidos y Canadá empezaron a vacunar a niños a partir de los 12 años en mayo pasado. Hace unos días comenzaron con los menores de 5 a 11 años una vez que fue aprobada la vacuna de Pfizer para ese rango de edad.
China aprobó la vacunación a partir de los 3 años de edad en junio pasado, con las vacunas Sinovac y Sinopharm, ya han administrado 60 millones de dosis a ese grupo etario.
Varios países de la Unión Europea (UE) comenzaron a vacunar a menores de entre 12 y 15, luego de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobara en mayo el uso de la vacuna Pfizer.
En Uruguay se empezó a vacunar a menores de entre 12 y 17 años con la misma vacuna desde junio.
Chile, lo hizo unas semanas después, incluso el pasado 13 de septiembre se convirtieron en el primer país de Sudamérica en dar luz verde a la inoculación de menores de hasta 6 años, con la vacuna de Sinovac.
Argentina, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Panamá, Paraguay, Perú y República Dominicana vacunan a niños con comorbilidades a partir de los 12 años, desde hace 4 meses.
México no los considera, los menores que enfrentan condiciones de vulnerabilidad han tenido que recurrir a litigios y amparos para ser vacunados.
Situación educativa
Es innegable, la pandemia provocó rezago educativo. Pese a los esfuerzos por mantener clases de forma virtual no todos los menores contaron con las condiciones familiares, socioeconómicas ni tecnológicas para continuar sus estudios.
El sector educativo fue uno de los más severamente golpeados y lo sigue siendo porque no todos los estudiantes han regresado presencialmente a las aulas; pese a este ya de por sí adverso escenario, el gobierno federal impulsa una medida que será devastadora para la educación.
La NOM 237, una norma que no debe existir
Se trata de una nueva Norma Oficial Mexicana, propuesta por la Secretaría de Economía que actualmente se encuentra en la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (CONAMER) para su análisis y consulta pública, y que limitaría el derecho a decidir de los padres y que según expertos pondría en riesgo de cierre a por lo menos 18 mil planteles educativos privados afectando a 540 mil niños y jóvenes.
Esta sería una pesada losa que no todas las escuelas podrían soportar y que busca equiparar el servicio educativo a un acto comercial.
Hay que decirlo claro, el servicio educativo es público, de interés social. Lo adecuado es que sigan siendo las autoridades educativas y no la PROFECO quienes vigilen este servicio. Esta sobrerregulación implicaría que los padres de familia tengan que pagar más por la educación de sus hijos y corrupción para la obtención de certificados a través de terceros para las escuelas.
Esta NOM no pone en el centro la educación los derechos de los niños, sino la burocracia.
El llamado de COPARMEX
Es para visibilizar a los niños, garantizar sus derechos y asegurarles una vida feliz.
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Ellos tienen derecho a la salud, por ello ofrecemos la colaboración del sector privado al gobierno para lograr el abasto total de medicamentos y tratamientos contra el cáncer y otros padecimientos, bajo estándares de transparencia, eficiencia y condiciones de competencia que aseguren precios adecuados. Es hora de dejar atrás la improvisación que ha costado miles de vidas.
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Urge protegerlos contra el COVID-19. Si otros países han autorizado ya la vacuna Pfizer-BioNTech para niños entre 12 y 17 años, COFEPRIS debe acelerar sus procesos para aprobarla y la Secretaría de Salud debe cuanto antes incorporar a los niños al Plan Nacional de Vacunación. Se estima que hay entre 750 mil y hasta 1 millón 500 mil menores con enfermedades crónicas en México y ellos deben ser prioridad.
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Un niño con educación de calidad es un niño con mejor futuro. La NOM 237 es un despropósito que privilegia la burocracia y lastimará a los niños. Por ello, hacemos un llamado a no debilitar y vulnerar aún más al sector educativo, por el contrario, se le debe impulsar con energía y con visión. La educación es un derecho fundamental para los niños.