Redacción
La obesidad es una enfermedad inflamatoria crónica que mata lenta y silenciosamente, resultante de la acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, informó el supervisor de Nutrición del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Tlaxcala, Israel Cuahutencos Diyarza.
Detalló que el tejido adiposo de cada persona tiene capacidad para almacenar una determinada cantidad de grasa, cuando alcanza su límite máximo de expansión, el tejido adiposo comienza a fallar y las grasas se almacenan en otros tejidos, como el hígado, el riñón o el páncreas, provocando complicaciones y enfermedades.
El especialista del Seguro Social abundó que la obesidad genera un estado de inflamación global, al grado de que el tejido adiposo empieza a liberar moléculas proinflamatorias; se trata de una patología compleja, producto de variables genéticas, familiares, educativas, económicas, ambientales, psicológicas y mercadológicas.
“Existen dos tipos de obesidad, la central o androide, en forma de manzana, que sigue un patrón de ‘barriguita cervecera’ y que es predominante entre el sector masculino. La otra es la obesidad periférica o ginecoide, de “cartucheras”, que toma la forma de pera y que es la obesidad más frecuente entre mujeres”, subrayó el nutriólogo.
Este desbalance energético que conduce a la obesidad procede de la ingesta excesiva de alimentos muy calóricos, procesados o azucarados,
que nos procuran placer o saben más ricos, sumada a la nula o mínima actividad física.
“En igual forma nuestra mente relaciona el comer con relajarse, por lo que al elevarse nuestros niveles de estrés, intentamos bajarlos, comiendo, generando un círculo vicioso que nos conduce a la obesidad en automático”, precisó el especialista.
Para romper círculos viciosos que conducen a sobrepeso y obesidad, en lugar de comer cada vez que estemos estresados, caminemos y platiquemos, el punto es aprender a manejar y controlar el estrés, sin consumir alimentos.
Hidratarse de manera intermitente durante el día y hacer ejercicio físico todos los días, o por lo menos procurar también de manera intermitente activar nuestro cuerpo durante el día, desplazándonos en el interior de la oficina, haciendo estiramientos de nuestras extremidadaes, subiendo y bajando escaleras, cualquier cosa que se realice será mejor que estar todo el día sentado.
Hacernos de un estilo de vida saludable, con buenos hábitos alimenticios, evitar tabaquismo y consumo de alcohol, es posible. Además puedes acudir a los consultorios de Nutrición de las Unidades de Medicina Familiar (UMF), para elaborar un plan personalizado de acuerdo con género, talla y edad.
“2024 debe ser el año para romper las inercias que nos han llevado a la obesidad sin freno alguno”, finalizó.