La Pluma más Rápida
Si a Elba Esther Gordillo el gobierno de Enrique Peña Nieto la encarceló y liberó, el movimiento sindicalista en Tlaxcala también se maneja políticamente, y en este caso, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA) Sección 27 no daría un paso sin el aval del poder en turno.
La líder sindical, Blanca Águila Lima, hace cuatro meses perdió la elección para diputada federal por el PRI, su relación con el gobernador Marco Mena no es muy buena, pero ambos no tienen opción de estar mal y menos con la reestructuración política del país ante el triunfo de AMLO.
Si a eso le abonamos la percepción negativa que tiene la opinión pública de quien fuera alcaldesa de Zacatelco, la situación se complica para la lideresa, políticamente lo único que tiene es el sindicato, que debe movilizar para denotar que tiene poder.
Así que debemos ir más allá, es decir, la manifestación en contra del diputado local del PT, Víctor Castro López, tiene una clara tendencia, decir que no se meta con el sindicato, más bien con ella.
El único pecado del legislador fue poner el dedo en la llaga del deficiente sistema de salud que se vive en todo el país y Tlaxcala no es la excepción, al hacer uso de la tribuna sus palabras se interpretaron como que todo el personal sindicalizado comete actos incorrectos, sin embargo, los doctores y enfermeras hacen lo que pueden con lo que tienen aún en las paupérrimas condiciones.
Desde hace unos días se gestaba la manifestación en contra del diputado para exigir una disculpa pública, pero esta fue orquestada por la propia líder sindical y que se concretó este mismo jueves, la mayoría obligados y los menos fueron quienes de verdad se sintieron ofendidos por evidenciar el deplorable sistema sanitario.
Sin embargo, surge la pregunta ¿por qué deberían manifestarse de verdad los doctores y enfermeras?, la respuesta sencilla, que las condiciones laborales sean las adecuadas, que los insumos materiales sean los suficientes, que los recursos humanos sean equiparables al número de pacientes y porque no se violen los derechos como trabajador.
También llama la atención que el exdiputado del PT, Jesús Portillo Herrera, se hiciera presente en la movilización, ¿acaso la manifestación de la lideresa sindical y militante del PRI tenga el apoyo del grupo de los diputados federal y local, padre e hija, Silvano e Irma Garay?
Pues hace unos días la joven fue desconocida como coordinadora de la fracción por sus propios compañeros en el Congreso del Estado, por cierto, entre ellos, el diputado Víctor Castro, a quien hoy los sindicalizados le fueron a gritar consignas y literalmente le llevaron un burro, como esos días de apogeo del priismo prehistórico.
El motivo se debió por los acuerdos que hiciera Irma Garay con el excoordinador de Morena, Víctor Báez, por la designación de los titulares de organos directivos y administrativos del Congreso Local, en cuya sesión se hizo público las llamadas del Gobierno del Estado para realizar los nombramientos, en otras palabras, se evidenció la traición.
Las movilizaciones, más tratándose de sindicatos, hace mucho que dejaron de ser realmente actos de lucha y de verdaderos reclamos de justicia, más bien parece el coletazo del dinosaurio muerto.