“Doris”, la maestra que promueve cultura financiera en niños
“Soy de las personas que piensa que si no se trabaja, si uno no se esfuerza, no salen las cosas”.
Busca dejar huella y que los niños tengan una buena instrucción como ella la tuvo, pero sobre los conocimiento que les sirvan en su vida.
Martha Aguila
La vocación de la maestra Doris Mireya Torres López ya venía de casa, desde el contar con una buena educación tanto en el seno familiar como en sus escuelas, lo que la convirtió en una de esas personas que piensa que si no se trabaja, si uno no se esfuerza, no salen las cosas.
Como licenciada en Administración de Empresas trabajó por mucho tiempo en el sector empresarial, pero al llegar al sector educativo deseó poner un grano de arena para favorecer y mejorar el servicio del educando, lo cual motivó el crear el taller de Administración Financiera, y a la vez, fortalecer la labor académica.
Del medio del que ella provenía, muchos estudiantes dependían de los papás y luego ya no sabían qué hacer para sostener los estudios, así que buscaba crear un medio para que los niños cuando crecieran pudieran con su educación, o bien, trabajar para apoyarse con sus estudios.
Hace una década se presentó la oportunidad e implementó la materia de Cultura Financiera para niños en el colegio privado “Simón Bolívar de América”, ubicado en San Gabriel Cuahutla, municipio de Tlaxcala.
A las niñas y niños del primer al tercer grado de primaria se les enseña ahorrar, y del cuarto al sexto se les da la explicación de la importancia de éste y su objetivo, las ganancias a través de la inversión por medio de proyectos que puedan desarrollar a su edad.
“Mi educación fue de otro nivel de exigencia, yo vengo de un gran maestro como fue mi padre, mi hija es maestra de vocación y cuando vine (a Tlaxcala) sentí que podía dar más, es un orgullo ser sumamente entregada en lo que hago y hemos ido cambiando las cosas, no había libros pero tomamos artículos y ahí comenzamos”, expresó.
En el estado no hay referencia de este tipo de programas educativos en instituciones de la Secretaría de Educación Pública tanto federal como estatal de nivel básico, de ahí que el Colegio cuenta con el semáforo educativo con excelencia académica con una matrícula de 130 estudiantes.
“Una de las finalidades es que el niño valore lo que tiene, de donde las obtiene o de donde proviene lo que tiene, y a partir de eso, el niño va generando la cultura del ahorro. Que sepa que el papá no siempre va hacer el proveedor, que hay ocasiones en las que él se tiene que esforzar para desarrollarse con sus propios medios”, expresó la maestra responsable actualmente del programa, Margarita Olivia Trejo Rodríguez, quien acompaña en la entrevista a la directora General.
Eso sí, detalló que para poder echar en marcha el proyecto se tuvo que ampliar el horario, y afortunadamente los papás lo aceptaron, se capacitó a los maestros quienes participaron con agrado y a la fecha todos los lunes se reúnen para tener ese nivel que imparten en las aulas.
Una de las experiencias más gratificantes fue la de “Betito”, cuyos padres atravesaron por una situación económica muy difícil, y con los conocimientos adquiridos comenzó a elaborar pasteles y eso motivo a sus papás para apoyarlo y venderlos, hasta donde se sabe ahora cuentan con una pequeña pastelería.
La maestra Doris, actualmente jubilada, muestra todas las ganas y todas las fuerzas para dejar huella en los niños del Colegio, que tengan una buena instrucción como ella la tuvo, pero sobre todo los conocimientos que les sirvan en su vida.
Como muchos este 15 de mayo, considera que la figura del “maestro” ha sido desvalorada por la misma sociedad, al no darle el respeto y valía a su labor académica.
Para Doris Mireya Torres los métodos no pasan de moda a menos que no funcionen, pero si hay algo nuevo que apoye la educación lo implementa, eso sí, los padres deben participar y permitir que los maestros hagan su trabajo dentro de lo permitido.
“Mi sueño es un día decir que he logrado mi objetivo de tener una buena escuela con excelente nivel académico, pero eso se logra con los maestros que tienen vocación, creo que es un arduo trabajo pero al final del día es nuestra profesión, y que los niños lo reconozcan y los papás te den las gracias, es una vitamina para seguir adelante”, concluyó.