Bernardino Vazquez Mazatzi
Escritor y Periodista
La detención del presidente municipal de Zacatelco se ve y entiende también como una venganza política. Si bien el alcalde había incurrido en serios problemas relacionados con la administración del dinero público, y que ya eso era suficiente para aplicarle todo el peso de la ley, el que haya sido él el primero en caer sin que sea peor envía señales de que hay consigna y ante ello, nada se puede hacer.
Igualmente hay versiones de que el ahora detenido había perdido el control del municipio corazón del sur y que se lo había entregado a la delincuencia organizada identificada con una banda de gente colombiana. Y es que en verdad Zacatelco estaba bajo el poder de quien usted quiera y diga, pero ya muy lejos de las autoridades municipales.
Fuentes cercanas a la procuración de la justicia y de la seguridad pública comentan que para recuperar la paz del municipio habría que descabezar a los lideres y uno de ellos era el alcalde. Los trabajos de inteligencia señalaban que mucha de la razón de la inseguridad desbordada se encontraba en el palacio municipal. Se sabe que lo que sigue es la detención o la fuga de los colombianos que se habían apoderado de esa región.
Como quiera que sea, Zacatelco no es el único municipio de Tlaxcala que esta gravemente intervenido por grupos que medran con la vida y bienes de los ciudadanos. Ya sea la trata de personas, la venta de drogas o el robo en sus diversas modalidades, muchas, si no todas las alcaldías, están a merced de grupos delincuenciales bajo el conocimiento y protección de las autoridades civiles y policiacas. Esto que se lee, si bien es cierto carece de pruebas contundentes, es la percepción y el sentir de la sociedad que no se cree eso de que la ley hace algo.
Ahora que, si de verdad “el cachorro” fue detenido por malversación de fondos públicos, por robo del erario, por enriquecimiento ilícito y perfectamente explicable, por aprovecharse del cargo para beneficiarse de manera personal y familiar, entonces muchos, si es que no todos los presidentes municipales de Tlaxcala, están temblando y esperando el momento de que los alcance el selectivo brazo de la ley.
Pero parece que no… conozco y todos conocemos a algunos alcaldes que están muy tranquilos, o fingen estarlo. Esos algunos munícipes tienen una enorme y feliz cola que les pisen. Lo que tienen que aclarar en materia de dinero es mucho más con relación a lo que llevó a la cárcel a Hildelberto y sin embargo, nadan de a muertito. Como que saben que la ley no es pareja, o están bien protegidos. Saben que hay diferencias y niveles.
Todos coludos o todos rabones… que la ley sea para consentidos y renegados, pide un diputado desde el congreso. Y desde todas partes, piden igual trato para los presidentes municipales de San Pablo del Monte, de Tetlanohcan, de Apizaco, de Huamantla, de Apetatitlán y de donde usted quiera y mande. Claro que no va a ser así; cómo vamos a imaginar a todos o a la mayoría de los alcaldes en el tambo… qué van a decir de nosotros cuando sepan que TLAXCALA SÍ EXISTE y lo sepan por la corrupción generalizada.
Tlaxcala es noticia. Tlaxcala vive y vibra. Hay muchos temas que nos ponen en el comentario del momento, en el tema importante. Nos faltarían más de las que tiene un día para analizar y opinar respecto a la imposición de candidatos en MORENA, de cómo los candidatos guindas se caen del pedestal artificial en que creían estar, del sospechoso inicio disparejo de las campañas electorales que por casualidad beneficiaron a un partido, de las posibles e indeseables impugnaciones a los resultados electorales próximos…
Hay mucho de que hablar respecto al indignante y cobarde asesinato del comerciante en Tecolotla, Apetatitlán, sólo por robarle su moto; hay mucho que platicar del secuestro y desaparición del humilde chofer de UBER en Chiautempan, de la aparición de cadáveres por todos lados todos los días, de la indolencia y de la indiferencia de quienes se supone, deben cuidarnos y defendernos… hay una grave sensación de indefensión y de vulnerabilidad en el estado de Tlaxcala… pero seguramente en otro Tlaxcala, no en el de la cuentas alegres y los buenos deseos.
