Elisa Márquez
Grabar conversaciones para desacreditar a un personaje de la vida pública es en nuestro país una herramienta a la que se recurre frecuentemente previo a un proceso electoral. Quienes recurren a estas prácticas pueden ser entre militantes contrincantes en cuestión quienes carecen de elementos suficientes para dar una pelea limpia y sin denostaciones.
En medio de dimes y diretes, buscan culpables donde no los hay. Exhiben su poca capacidad como rivales o aspirantes a algún puesto de elección popular. Los audios carecen de valor jurídico alguno, al hacerlo del dominio público y por la falta de argumentos basados en Leyes y Códigos Penales, convirtiéndose en un “show mediático”.
Esta semana, dos conversaciones a través de celulares circularon en algunos medios de comunicación, en ellos refieren al diputado federal Rubén Terán y la supuesta manipulación para “favorecer” las encuestas al interior de MORENA.
Algunos portales informativos se prestaron al juego y destacaron palabras como “pactado”, “amigo”, “encuesta previa” y la frase “entonces vas a estar ahí en la encuesta” … ¿Dónde está lo grave?
Muchos aspirantes esperan la realización del procedimiento, amistades o conocidos existen para Rubén Terán quien responde al teléfono a alguno de ellos quien al parecer tiene una duda razonable, sin embargo, la conversación no está completa, la sacan de contexto y se torna ambigua, lo que es aprovechado para jugar con temas como los llamados “moches” o “favoritismos”.
El segundo audio, todavía más alejado de que recaiga en Terán algún tipo de culpa se da entre dos personajes, uno que presume ser allegado al diputado y el otro que mantiene el “reproche”, ¿entre quien se da esta discusión? Es Emmanuel Ixtlapale Guerra, una persona allegada al equipo de Rubén Terán y quien pretende ser alcalde de Tepeyanco, al igual que Daniel Juárez, del equipo del diputado local, Víctor Baez, ambos discuten por la designación de perfiles en Morena.
Como evidencia, estos audios no aportan significativamente algo, sólo “chisme” y si no hay fundamentos, los medios de comunicación lo toman así, de una conversación “a medias” se puede sacar una buena “novela” o argumento y hasta ahí.
En la primera conversación sólo se escucha al diputado Terán, no a su interlocutor y en el segundo, es una plática donde ambos se reclaman, una pequeña discusión entre particulares, no existen elementos para afirmar que hay reparto de candidaturas o favoritismos. Si vamos a “Show mediáticos” entonces seguiremos con estas historias, pero están lejos de convertirse en algo serio.
Así que gane el mejor, el que con trabajo demuestre ser la mejor opción para su población, lo demás, son chismes.
