Arma escándalo Regidora capitalina en cancha de fútbol por defender a su vástago

La noche del jueves, irrumpió con policías en unas instalaciones deportivas privadas de Ocotlán para amedrentar al equipo contrario

Gerardo Santillán

Haciendo gala de prepotencia, la Tercera Regidora de Ayuntamiento Capitalino, Silvia García Chávez, irrumpió con policías municipales en una cancha de fútbol rápido de Ocotlán la noche del jueves, para defender – una vez más –  a su vástago quien se vio envuelto en un pleito de juego que no pasó a mayores.

El partido entre dos equipos de categoría libre en la cancha denominada Fucho Siete, subió de tono y hubo intercambio de palabras, pero el hijo  de la funcionaria le pidió auxilio mediante una llamada telefónica, por lo que minutos más tarde la representante popular ingresó a las instalaciones acompañada por policías a bordo de las patrullas números 032 y 50 para exigir una disculpa a su consanguíneo.

Sin embargo, fotografías y videos vía teléfono celular muestran como la regidora intimida a los integrantes del equipo contrario haciendo gala de su cargo público, e incluso bloqueando el paso de un vehículo propiedad de uno de ellos. Con aspavientos, usó a los agentes del orden para lograr la disculpa a su niño y a ella, bajo el argumento de que él es menor de edad.

Erigiéndose en jueces de paz, los policías recomendaron a los rivales deportivos pedir excusas para que todo el asunto se arreglara, a lo que estos se negaban porque todo había sido una discusión de un juego que no tenía mayor trascendencia.

Al final, la Regidora logró su cometido pero con base en el amedrentamiento y manipulando a los policías a su favor, quienes además fueron desviados de sus actividades prioritarias de brindar seguridad a la ciudadanía, por atender un asunto meramente personal.

No es la primera vez que García Chávez se ve envuelta en un tropel por defender a su vástago, pues en por lo menos dos ocasiones ya tuvo que intervenir pero de la misma manera prepotente: según fuentes documentadas de la Presidencia Municipal de Tlaxcala y en algunos medios de información, una fue producto de un accidente de tránsito con un vehículo oficial del Ayuntamiento y otra ocasión en una detención por escándalo público.