Bernardino Vazquez Mazatzi/Escritor y Periodista
Para la sociedad tlaxcalteca, la tersa aprobación del paquete que integra la Ley de Egresos del estado de Tlaxcala para el 2022 fue un reto superado y una buena señal legislativa por parte del diputado Rubén Terán Águila. Para los conocedores del tema, el líder de la Junta de Coordinación y Concertación Política tuvo suficiente capacidad para dialogar, conciliar, llegar a acuerdos y encaminar el rumbo que será el sello de la LXIV representación cameral.
El haber logrado la eliminación de llamado “fondo moches” que tantas sospechas y acusaciones generó en la pasada legislatura y haberlo alcanzado sin gritos, sin rupturas y sin resentimientos, habla mucho no sólo de voluntades y buenas intenciones, sino de un intenso trabajo para unir objetivos, metas, estrategias y criterios en bien de la sociedad tlaxcalteca, siempre urgida de recuperar la confianza y de regresarle al palacio de Allende el adjetivo de Honorable.
Si bien para muchos fue una agradable sorpresa el que el diputado originario del Carmen Aztama, Teolocholco, alcanzara consensos en un poder donde su naturaleza es la divergencia y la diferencia de opiniones y proyectos, también para muchos les resulta natural el que Terán Águila haya logrado cristalizar la filosofía de la Cuarta Transformación y encaminado el servicio público y la representación del pueblo hacia la transparencia, la honradez, la honestidad y la rendición de cuentas. Las señales son buenas, positivas, esperanzadoras.
Los logros que se traducen en unir voluntades sin despreciar ideologías dan muestra de una aceptable habilidad para sortear los obstáculos naturales de un congreso plural, divergente, politizado y siempre dispuesto a debatir propuestas. Los expertos dicen que es esta la forma en que se debe legislar y al mismo tiempo mantener la armonía en beneficio del pueblo con el único objetivo de servir y de poner a los poderes e instituciones al servicio y para beneficio de los tlaxcaltecas.
Para alcanzar consensos no se tuvo que recurrir al chantaje, ni a la compra de voluntades o a la aplanadora mayoritaria. Bastaron razones, objetivos claros, metas concretas, la idea clara de que el pueblo merece funcionarios y legisladores que le sirvan y no que se sirvan de él. Debió permear el ideal de un poder legislativo llegado para transformar la imagen del legislador y de su trabajo. Había que enviar una clara señal a la sociedad de que esta legislatura vino a enseñar lo que significa la transparencia y la voluntad. Los hechos hablan por sí solos.
De esta forma, Rubén Terán no sólo ratificó su lealtad a la Gobernadora Lorena Cuellar Cisneros, no sólo se mostró congruente con los ideales y objetivos de la 4T, sino que se define como quien alcanza acuerdos con partidos sin quitarles su esencia y naturaleza de oposición. Y esos otros partidos, hay que reconocerlo sin regatearles su grandeza, no se subordinaron a MORENA ni renunciaron a sus proyectos ni doctrina, sino que entendieron el tiempo histórico que les corresponde y se sumaron al llamado de unidad, congruencia y lealtad a Tlaxcala.
Con la extinción del “fondo moches” o Fondo de Resarcimiento de las Finanzas Municipales que operó en la pasada legislatura y que permitió tantas sospechas y acusaciones de presunto enriquecimiento personal de los diputados, la actual legislatura da muestras de querer pasar a la historia por sus buenas acciones y positivas decisiones, bajo la mano, experiencia y paciencia de un diputado joven que es garantía de servicio al pueblo de Tlaxcala, tan urgido de noticias buenas y acciones positivas.
Ahora bien, el que el presupuesto de egresos para el 2022 haya sido aprobado por los diputados de MORENA y por el resto de los legisladores, no supone sumisión al poder ejecutivo representado por Lorena Cuéllar Cisneros, sino significa que quienes están en el poder han entendido perfectamente la realidad y la situación de Tlaxcala y que más allá de posturas ideológicas, de intereses personales o de grupo, de caprichos o chantajes, está el supremo interés de la gente. Eso es destacable y positivo.
Así es como Rubén Terán no sólo asume los retos y logra la unidad entre sus homólogos diputados, sino que acepta los retos, que son muchos, y abre las posibilidades para futuros consensos y necesarios acuerdos sin menoscabo de la independencia del Poder Legislativo y sin la necesidad de cooptar ideologías ni propuestas diferentes. Todo se puede si se quiere, si se tiene voluntad y se hay experiencia y buenas intenciones.
