Por: Fernando Martínez
La creación de la Secretaría de Cultura, propuesta por la gobernadora electa del Estado de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, es inédita, sin precedentes y con impacto a corto, mediano y largo plazo en beneficio de los tlaxcaltecas y que sustituiría al actual Instituto Tlaxcalteca de la Cultura, que, dicho sea de paso, ya es un organismo anticuado.
Esta idea, no podría venir de otra persona. Tenía que emerger de la mente de Lorena Cuellar, ella tiene la gran oportunidad histórica de colocar a Tlaxcala en el plano nacional, su legado cultural se lo obliga, circula por su sangre, parte de lo mejor de Tlaxcala, en el rubro.
No es nada fácil tomar esa decisión, no es una acción que genere el aplauso popular, un acontecimiento poco digerible incluso para muchos políticos de la Entidad, que no le entienden o no les gusta la cultura, de hecho, en la Ciudad de México durante 100 años nadie se preocupó por tener una Secretaría de Cultura, siendo el centro cultural más importante de México. Fue hasta “el 31 de enero de 2002, que se publicó en la Gaceta Oficial del Distrito Federal, el Decreto por el que se adicionan los artículos 15 y 32 Bis y se reforma el artículo 28 de la Ley Orgánica de la Administración Pública del Distrito Federal, en donde se abroga la Ley del Instituto de Cultura de la Ciudad de México, y se da creación a la Secretaría de Cultura. Dicho Decreto entró en vigor a partir del 1 de mayo de 2002. Mediante oficio No. OM/0875/2002 de fecha 29 de mayo del 2002 la Oficialía Mayor autoriza la estructura orgánica de la Secretaría de Cultura con el Dictamen No. 15/2002 vigente a partir del 22 de mayo de 2002 el cual pasa del ámbito paraestatal al ámbito central”, como se describe en la página web de la Secretaría. Destacando que fue nombrado (por AMLO) Enrique Semo Calev como el primer Secretario de Cultura, del 30 de abril de 2002 al 8 de febrero de 2005.
AMLO poniendo siempre el ejemplo de vanguardia: desde pensiones a adultos mayores, pero también en Cultura. Y no fue hasta casi 14 años después en que Rafael Tovar y de Teresa (diplomático, abogado e historiador mexicano), era nombrado como el Primer Secretario de Cultura del Gobierno de la República de México, dentro del gabinete del presidente Enrique Peña Nieto, nombrado el 21 de diciembre de 2015, al ser elevado a rango de Secretaría, el aparato burocrático cultural del Gobierno Federal.
En Tlaxcala, la creación por don Crisanto Cuéllar Abaroa (abuelo de Lorena Cuéllar Cisneros) de la ‘Casa Cultural’ de Tlaxcala, cuyo benefactor fue Adrián Aguirre Benavides, sería el semillero de lo que, años después sería el ITC, Instituto Tlaxcalteca de la Cultura.
El historiador Armando Diaz de la Mora menciona que Crisanto Cuellar fue el hombre que institucionalizó la Cultura en Tlaxcala que, durante su gestión, de apenas 4 meses al frente del ejecutivo local, don Crisanto institucionaliza la cultura en Tlaxcala, se crea la ‘Casa de Cultura’, del Estado de Tlaxcala en 1970 y que 13 años después se va a convertir en el Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC)”.
El Instituto Tlaxcalteca de la Cultura (ITC) fue fundado en 1983 como un organismo público descentralizado de la Administración Pública del Estado de Tlaxcala, con personalidad
jurídica y patrimonio propio. El (ITC) está a punto de llegar a su fin, para darle paso a una flamante Secretaría de Cultura. Tlaxcala lo necesita y Lorena Cuellar lo sabe muy bien.
