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Columnista/Elisa Márquez
A unos días de iniciar el periodo de campañas, el PRI da evidentes patadas de ahogado y ni como ayudarlos.
Fiel a su estrategia de manipulación y engaño hacia el electorado, el PRI comienza a manejar cifras falsas en cuanto a la intención de voto para una candidata gris y opaca como es Anabell Ávalos.
De una semana a la fecha milagrosamente, sus encuestas a modo posicionan a Anabell con más de 10 puntos en las encuestas y la coloca en un risible “empate técnico”.
Nada más patético que los priistas se la crean y que pretendan engañar a la ciudadanía, lo peor es que ellos mismos no puedan percatarse de su próximo fracaso del 6 de junio en las urnas.
Asesora de priistas mañosos y corruptos desde hace muchos años, Gisela Rubach tuvo grandes éxitos, pero de un tiempo a la fecha, muchos y rotundos fracasos.
Para muestra dos botones: recordemos que ella operó la campaña de Enrique Peña Nieto, pero fue en Tlaxcala donde el declive comenzó, en 2018, Serafín Ortiz, se postuló como candidato a la diputación local por el Distrito VII, y Gisela fue llamada para “garantizar” el triunfo, solo que sucedió todo lo contrario y el Doctor en Derecho resultó con un revés.
De un tiempo a la fecha, la maestra Rubach no ha podido hacer ganar a los candidatos tricolor que pagan por sus servicios, ya no es fácil manipular al electorado ahora.
El mundo no es ni remotamente igual que hace un año, tampoco la tecnología, una pandemia nos ha demostrado que las concentraciones masivas tienen consecuencias fatales y las redes sociales marcan las tendencias verdaderas que se aproximan a lo que la gente realmente desea.
Vemos en la experimentada asesora, usar fórmulas consideradas por mucho gastadas y obsoletas,
lo que hace años funcionó con Peña Nieto ahora es historia. Por algo no pudo llevar a Serafín Ortiz al triunfo, apenas, hace un par de años.
Congregar al acarreo para mostrar “músculo” es una cachetada para la gente que se ha mantenido en la primera línea, no muestra respeto ni interés por el pueblo ni los médicos que se la han jugado y por favor, dejen de estar rastreando los números celulares para aplicar encuestar que por las prisas contestan lo primero que se les viene el gana y que no son nada certeras.
¿Qué le espera a Anabell Ávalos Zempoalteca? Con lo que relaté, usted tiene la respuesta…
