A través de un análisis realizado por militantes del blanquiazul, dan cuenta que durante el periodo de 2010 -2016 se perdieron más de 85 mil votos
Gerardo Santillán
En los últimos años la votación del PAN ha ido a la baja, la elección estatal de 2016 ha sido la peor en números desde 2011, cuando se fueron hasta la tercera fuerza política en Tlaxcala con 107 mil 206 votos logrados para la gubernatura, mientras que en 2010 alcanzaron 193 mil 502 votos, y en ambos casos, Adriana Dávila Fernández encabezó los proyectos, actualmente senadora.
A través de un análisis realizado por militantes del blanquiazul, dan cuenta que durante el periodo de 2010 -2016 se perdieron más de 85 mil votos, mientras que en los comicios recientes desaparecieron espacios importantes de representación popular, apenas con 10 presidentes municipales, 10 síndicos y 55 regidores, pero de ellos solo 19 son miembros activos.
En lo que respecta al Congreso del Estado solo se conquistaron cuatro diputaciones, lo que no sucedía desde 2001, pero además una de ellas, Guadalupe Sánchez Santiago, arribó a su curul como primer lugar de la lista plurinominal siendo todavía priista.
En este caso, los datos panistas dan muestra también que durante el proceso electoral 2016 se desplazaron cuadros internos de la designación de candidaturas, se excluyeron las estructuras municipales partidistas, junto con la imposición en candidaturas de amigos, compadres y priistas, de lo que responsabilizan como “una mala estrategia” a Dávila Fernández.
En una gráfica expone esa apreciación: en 2004 el PAN ganó ocho municipios, en 2007 fueron 20, en 2010 fueron ocho, en 2016 subió a 16 y en 2016 disminuyó otra vez a 10, mientras que en regidurías la constante ha sido a la baja con 90 en 2007, 75 en 2010, 66 en 2013 y 55 en 2016.
El estudio circula de manera interna entre la militancia ante la falta de la convocatoria del Comité Directivo Estatal para analizar los resultados electorales de las elecciones federales 2015 y 2016, y los datos revelaron que el PAN dejó de gobernador a 250 mil ciudadanos y se perdieron seis de los siete municipios prioritarios que se gobernaban previamente.
