Y QUÉ SIGUE

Después del desastre en las predicciones sobre la pandemia en el covid-19, a más de uno nos tienen encerrados bajo el temor de un contagio y pegados, a muchos de nosotros, frente a la pantalla (televisor) para saber si la curva se aplana, ese término tan extraño, como si ese fuese el punto de salvación.

Bien sabemos que esta enfermedad llegó para quedarse y que ahora nuestro ilustre subsecretario dice que depende de nosotros que esta se controle o siga creciendo (vaya respuesta), pero ¿qué sigue?

La crisis económica va más allá de lo que han estimado los especialistas “otra mala predicción” tanto, que hasta el Secretario de Hacienda, Arturo Herrera, habla de que es tiempo de vacas flacas, ese comentario me erizó el pelo, ya que si de por si veníamos mal del 2019 con una poquísima cantidad de empleos generados, con la llegada de éste virus, las cosas han empeorado notablemente, no solo es la pérdida de empleos sino el cierre de miles de micros y pequeñas empresas que es probable que ya nunca abran sus puertas.

Es un escenario que no se había previsto, culpar a este gobierno quizás no sea lo correcto, pero las cosas hubiesen sido menos desastrosas si se hubieran tomado medidas extraordinarias, pues ya teníamos historia de otros países, pero la indiferencia nos ha costado el dolor de muchas familias en nuestro país.

Dar números que nos preparen para lo que sigue sería irresponsable, pero solo les diré que un punto de disminución en el Producto Interno Bruto (PIB) resulta en miles de millones de dólares en pérdida, espero y ojalá así sea, que no llegue a los dos dígitos al fin de éste año que plantean algunos especialistas, pues eso aumentaría la pobreza que tanto ha defendido nuestro ilustre presidente.

Vaya pues una reflexión:

¿En verdad son indiferentes y solo somos números en una curva que de verdad se ve escalofriante?

Ingeniero Antonio Lima Flores