Y DESPERTÉ

¿Cuántas veces hemos dicho esa frase? Siempre recordando un hecho, ya sea bueno o malo, y pensando “¿qué me despertó? ¿porqué ese sueño tuvo que terminar ahí? nunca sabré si tuvo un final feliz o un final muy triste”.
Pero, ¿qué me despertó? ¿fue acaso un ruido, un grito algo inesperado o solo el mismo sueño me sacó de ahí?

¿Por qué despertamos? Por movimientos que hacemos de manera inconsciente y el movimiento nos hace despertar una carcajada inconsciente, así como un grito, quizás la falta de aire o simplemente porque alguien nos saca de un sueño que para él pareciera que tenemos una pesadilla que es tan obvia que hace que nos despierte.

Cuántos gozamos de buenos sueños, tranquilos, relajados, tan profundos que parecen, dirían algunos, un pequeño avance de lo que es la muerte, aunque no lo sea. ¿Son los sueños de unos la realidad de otros? En otras palabras, ¿cómo alcanzar nuestros sueños, aunque no se vale soñar despierto?

Se puede seguir soñando una realidad alterna que nos aleje de la realidad peligrosa, ardua, cansada, preocupante, cercada por la concurrencia de ideas que nos hacen daño, que no producen, no fortifican, no son espirituales, nefastas en sí ¿pero quién me despertó?

La realidad, una realidad suplicante de sueños posibles, no imposibles que abran a la luz de un día en que será recorrida la cortina y solo será la caricia del sol quien me dirá que es tiempo de despertar. Despertaré y la realidad se hará para mí, para todos, porque ya es hora, y me desperté.

Vaya pues una reflexión:

¿Será tiempo de despertar o de seguir viviendo una realidad alterna?

¡Despierta!

Ingeniero Antonio Lima Flores