Raymundo Vázquez Cochas
Diputado Federal del Segundo Distrito Electoral de Tlaxcala
Sin duda, la reciente reforma al Poder Judicial, representa uno de los logros más importantes en la historia democrática del país, pues con su aprobación se demostró que, mientras el pueblo así lo decida, es el que manda y al que todos los políticos le deben rendir cuentas.
Por ello, quienes formamos parte del Congreso de la Unión y en especial del movimiento de la Cuarta Transformación, no dudamos ni un minuto en respaldar esta reforma presentada por el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ha sido contundente en manifestar en reiteradas ocasiones que el ejercicio del poder sin la participación del pueblo ya no es posible en nuestro país.
Ahora, quienes quieran gobernar y formar parte del Poder Legislativo y Judicial, deben rendirle cuentas al pueblo sobre su actuar, o de lo contrario, quienes abusen del poder y no escuchen a la ciudadanía, serán castigos por el mismo pueblo, pues hoy en día, en México se ha instaurado una verdadera democracia donde “el que manda es el pueblo”.
Ya lo dijo el propio presidente, la participación ciudadana ha sido el pilar fundamental de su gobierno y la clave para alcanzar los logros mencionados, pues se carece de una verdadera impartición de justicia y uno de los objetivos de esta reforma, es la de limpiar de fondo al Poder Judicial y que quienes ahora estén dentro de este poder, sean ciudadanos que le respondan a las y los mexicanos.
Y no era para menos, pues entre los puntos estratégicos de esta reforma, destaca el combate a la corrupción y el nepotismo, pues ahora se elegirán a casi dos mil personas, entre juezas, jueces, magistradas, magistrados, ministras y ministros a partir del próximo año.
La presidencia de la Suprema Corte se renovará cada dos años de manera rotatoria, en función del número de votos que obtenga cada candidatura en la elección y se disminuyen los tiempos de mandato de jueces y ministros, además de reducir el número de integrantes del pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Tribunal Electoral.
Otra modificación importante es la eliminación de la pensión vitalicia para los actuales y futuros ministros de la Corte y un ajuste a sus remuneraciones al tope máximo establecido para el presidente de la República se acabaron los onerosos salarios y prestaciones de que gozaba un pequeño número de servidoras y servidores públicos.
Se creará un ente disciplinario y uno administrativo para el Poder Judicial, independiente de la Corte, que estaría a cargo de temas relacionados con la carrera judicial y el control interno, así como de elaborar el presupuesto, todo esto integrado por cinco personas designadas para un período de seis años. Uno de ellos es nombrado por el Poder Ejecutivo, otro por el Senado, y los tres restantes por la Suprema Corte.
Así de importantes son los cambios que se tendrán con la Reforma Judicial, la cual acabará con todos los excesos que, durante décadas, han cometido quienes han formado parte de este poder y quienes se negaban a dejar estos privilegios que tanto daño provocaron a la población, pues al llenar a esta institución de amigos, parientes y recomendados, solo enquistaron la corrupción, pues todo mundo hacía y deshacía con la impartición de justicia sin que existiera quien pudiera poner orden, pues todo mundo se siente protegido y goza de un manto de impunidad.
Sin duda, la Reforma Judicial ha sido un paso muy importante para el pueblo de México, pues ha demostrado que se pueden hacer bien las cosas, pero sobre todo, ha demostrado que quien manda es el pueblo y que nunca más, podrán tomarse o emprenderse acciones de importancia sin el respaldo de éste, por eso, que Viva México y que Viva la Reforma Judicial.
