Violeta Sosa, “hilando historias”
Lo sucedido este 2020, es una oportunidad para ir adentro de uno mismo y cambiar el “chip”, expresa la artista plástica
La artista plástica fue una de las invitadas para participar con un proyecto en el Centro de las Artes de Tlaxcala (CAT), a fin de impulsar la actividad de la comunidad artística que prácticamente paró a consecuencia de la pandemia Covid 19 en el país.
Martha Aguila
El impacto de la enfermedad prácticamente paró la creación artística, si de por si es complicado colocar las obras de las y los creadores, una pandemia resultó fatal, pero también un tiempo de mucha introspección para el mundo, de una oportunidad para ir hacia adentro de uno mismo y empezar de nuevo.
Así lo consideró la artista plástica, Mayra Violeta Sosa Muñoz, pues las situaciones adversas se deben tomar de la mejor manera y cambiar el “chip”, si en este 2020 uno dibujaba con la mano derecha, ahora, hay que intentarlo con la izquierda.
Al menos, para ella, así fue la experiencia, ya que hace meses presentó síntomas de Covid 19, días después el diagnóstico fue positivo, pero con el cuidado y el tratamiento adecuado se pudo reponer, aunque no deja de tomar sus precauciones.
La artista originaria de la comunidad de San Pedro Muñoztla, municipio de Chiautempan, fue una de las invitadas para participar con una intervención artística en un espacio abierto, un proyecto del Centro de las Artes de Tlaxcala (CEA), a través del Gobierno del Estado del ITC en estrecha coordinación con la Secretaría de Cultura, como parte del programa de Apoyo a Instituciones Estatales de Cultura (AIEC), esto, con el objetivo de impulsar la actividad artística y económica del sector cultural.
Por invitación de Carlos Bretón, el coordinador del CEA, “Viole” como le dicen sus más cercanos, puso manos a la obra para crear una instalación con la técnica de vitrofusión, inspirada en la exfábrica, instalaciones que hoy ocupa el Centro Cultural de las Artes en el municipio de Apizaco.
El trabajo es un memorial, continuar y ver como se hilan las historias, para ella, todo está conectado de una forma perfecta, por ello, la instalación abarca prácticamente todo el centro del corredor lateral izquierdo, todo está suspendido y se complementa con elementos que estarán presentes de acuerdo a las estaciones del año.
“Todo está suspendido, tengo elementos que representan el sol, las gotas que representan la lluvia, entonces, de alguna manera es también trabajar con la naturaleza del hombre, hilando todo esto a la memoria de quienes forjaron ahí (exfábrica) muchas cosas interesantes y de la transformación a un espacio cultural. Hay soles, gotas de lluvia, remolinos, espirales y rostros, como parte de ese mensaje de quien trabajó ahí, que eran obreros y era una fábrica muy importante”.
Consta de seis piezas centrales que dan forma circular, hay manos humanas tomando hilos que se van transformando en agua, en semillas, en soles, y en el centro, hay una corazón brillante que es espejo de la “tlaxcalteidad”, sustancia de los sueños, matices antiguos y futuristas al nombrar nuevas generaciones en la proyección de la identidad. Hay rostros de hombres y mujeres, los cuatro elementos naturales de la vida y el ser humano, representados con gotas de lluvias, remolinos de viento, soles llamas fuego y el maíz como representación de la tierra y sabiduría ancestral.