Isaías Ch. Hernández
Ni semana santa fue suficiente para que López Obrador y la 4T lograra el milagro de convencer a los mexicanos, tanto para la falsa revocación de mandato como para la recién negada iniciativa de reforma eléctrica que se discutió este fin de semana en la Cámara de Diputados. Con 275 votos a favor y 223 en contra, la “nueva iniciativa” de este gobierno quedó sepultada entre las sillas y pasillos de las instalaciones.
He de decir que la reforma eléctrica, como todos los programas y políticas de este gobierno, no contemplaba dentro de sus propuestas a los mexicanos ni mucho menos el resguardo del futuro del país. En principio, proponía un modelo obsoleto pues de acuerdo con las necesidades de 1.2 millones de mexicanos que en pleno siglo XXI carecen todavía de este recurso, el proyecto no resolvía los problemas actuales de abastecimiento.
Pretendía hacer de la electricidad una moneda de cambio con fines electorales, pues el control lo tendría el Estado y, querido lector, como sabemos, los apoyos del Estado solo van a la gente que apoya las ideas del actual presidente. Ya lo decía Voltaire, “es peligroso tener razón cuando el gobierno está equivocado” porque no solo perdemos nuestros derechos humanos, si no incluso, la vida misma. En tercer lugar, Morena no tiene bases sólidas para bajar las tarifas de luz, ya lo veíamos también con la reforma educativa de la que no tenía idea de qué hacer, pero por solo cumplir con los compromisos de campaña de “cambiar la realidad educativa mexicana”, se dedicaron a improvisar en cada una de sus políticas, dejando a miles de niños y adolescentes sin estudios.
Lo mismo pasó cuando dijeron que bajaría el precio de la gasolina y que el INSABI traería servicios de salud primer mundistas. En cuarto lugar, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a quien quería adjudicarle la producción monopólica de la electricidad tiene, como explica el organismo México Evalúa, un endeudamiento desde 2020 año en que presenta una pérdida neta consolidada, situación que no se presentó desde que se propuso la reforma energética de EPN en 2013.
La respuesta a esta pérdida, que expresan en el propio Reporte anual de CFE 2020, es porque incrementaron sus costos de operación por un evento derivado de negociaciones políticas, y no por un incremento en los costos de la electricidad.
Pero no solo eso demuestra su ineficiencia, pues de las 191 centrales eléctricas, solo el 55% de ellas está en operación, pero de ese 55%, el Estado proponía que 60 centrales impulsasen la generación de energías limpias mismas que solo aportan el 9% de la energía total que consume el país.
¿Y el otro 91% quien lo abastecería? La CFE, pero a costa del deterioro ambiental ya que sus plantas trabajan con combustibles fósiles situación que implica un incremento en las emisiones a la atmósfera, aumentan el riesgo de infecciones respiratorias, cáncer pulmonar o enfermedades cardiacas. Recordemos que en 2016 entró en vigor el tratado internacional llamado Acuerdo de Paris cuyo objetivo es limitar el calentamiento global por debajo de 1 a 5 grados centígrados. Para lograr el objetivo se requiere que cada país sufra una transformación económica y social basada en la ciencia. De esta forma, los países establecieron un marco de transparencia donde a partir de 2024 expondrían las medidas adoptadas en cada uno y los progresos logrados.
Bueno, pues estas razones principalmente fueron el parteaguas para que se tomara la decisión que todos conocemos sobre la Reforma Eléctrica. Pero aquí los únicos que no tiraron sombreros al aire fuero los de Morena y sus defensores quienes, en respuesta, han aventado varias indirectas y medidas que por el tono que presentan, parecieran amenazas. El 18 de abril, el Sol de México sacó una nota titulada “Morena revelará nombres de diputados que votaron contra la reforma eléctrica” en la cual dice “Mario Delgado anunció que pondrán tendederos en las plazas públicas del país para que aparezca el nombre, fotos y el partido político al que pertenecen los diputados que votaron en contra de la reforma energética…Queremos que la gente vea los rostros y los nombres de los traidores para que no olvidemos quien le dio la espalda al pueblo…vamos a pedirle a nuestros diputados…que informen a los mexicanos” (elsoldeméxico.com.mx). En otra nota del portal BBC NEWS fechado el 20 de abril, dice “…El resultado de la votación era previsible, dado que Morena y sus aliados no cuentan desde el año pasado con el apoyo de dos tercios de la Cámara…adelantándose a este resultado, AMLO ya anunció la semana pasada su “plan B” respecto a una de las propuestas de la reforma eléctrica rechazada: la de regular que el litio mexicano, un mineral clave para la fabricación de baterías y apodado “el oro blanco”, sea explotado únicamente por el Estado” (bbc.com).
Como podemos leer entre líneas, el presidente de la república se pasa un día si y otro también aplaudiéndose a sí mismo y haciendo campaña en favor a su partido, repartiendo culpas y acusando de traidores a todo aquel que no secunde sus tropiezos. Los mexicanos debemos ser como el Romero tener los ojos abiertos a la lejanía, atento el oído y el paso ligero. Que no nos engañen, leamos la realidad y juzguemos quienes han sido los verdaderos traidores del pueblo.