Trabajadores de la UPTx felicitan a los de UTT por lograr asignaciones de materias y cargas horarias a profesores
En otras palabras, cuando hay organización y un fuerte deseo de vencer los obstáculos, la meta se alcanza.
14 abril, 2025
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Redacción
Los trabajadores sindicalizados de la UPTx queremos expresar nuestra felicitación a los trabajadores universitarios de la institución hermana, la UTT, quienes en días pasados lograron acuerdos importantes en la asignación de materias y cargas horarias a los profesores de esa institución.
Lograr este acuerdo es una muestra de la capacidad de negociación tanto de los trabajadores sindicalizados como de las autoridades de la UTT. En otras palabras, cuando hay organización y un fuerte deseo de vencer los obstáculos, la meta se alcanza.
Y estos acuerdos pueden lograrse cuando las autoridades universitarias tienen entre sus virtudes la capacidad de negociación, ejerciendo un liderazgo más sensible a las demandas de los trabajadores, a diferencia de lo que sucede en la UPTx, donde se pretende que los profesores, los trabajadores de servicios generales y los administrativos obedezcan ciegamente y sin la mínima opinión crítica, las órdenes dadas, como si se tratara de autómatas y no de trabajadores de una institución de educación superior.
Lo peor es que la rectora continúe solapando e incluso motivando las peores conductas de los directores, profesores y trabajadores administrativos, dando lugar a situaciones escandalosas, como ese personaje que se reúne con estudiantes a tomar cervezas, a unos pasos de la institución educativa, exhibiendo sus influencias y absoluta falta de profesionalismo. Al parecer tiene como acuerdo que le paguen por dar un ejemplo muy cuestionable a sus jóvenes estudiantes, quedando a deber a la ciudadanía que paga su salario y cometiendo fraude a los estudiantes a quienes debería dar clase o al menos un buen ejemplo.
El personal que expresa su deseo de pertenecer a un sindicato, para estar en mejores condiciones de reclamar un salario y las prestaciones correspondientes, es tratado de una forma que recuerda a los trabajadores de estados represores: extrema vigilancia, prohibición de dejar el lugar de trabajo ni para realizar las actividades propias del cargo, presión para manifestarse a favor de la rectora llegando incluso a fotografiar al trabajador/a con la credencial en mano para afirmar su adhesión a rectoría, misión que cumple diligentemente el asesor jurídico.
Y no deja de ser muy preocupante que sobre todo en el área de servicios generales sea común la práctica de que elementos de intendencia, de mantenimiento y de jardinería no reciban completo el monto de la prima vacacional o el bono de productividad porque “deben hacerse ajustes del ISR”. Esta situación al prolongarse por años deja ver no un error que debe corregirse, sino una maniobra para robar parte de sus percepciones a los trabajadores que son más vulnerables en la defensa de sus derechos.
Finalmente es necesario denunciar la demora continua en la entrega de los recibos de nómina, así como su propuesta de creación de un sindicato blanco con la incongruente explicación a la plantilla laboral por parte de la rectora, de que “de esa forma podré darles más y mejores prestaciones laborales” según sus propias palabras, dejando de lado que ella es quien debe gestionar la mejora en sueldos y prestaciones y que para lograrlo necesita capacidad de gestión, una contabilidad manejada con honradez y mucha transparencia y no de la creación de un sindicato blanco.
El punto de pagar de manera “desordenada” la prima vacacional y el bono de productividad, así como la omisión constante de no entregar a tiempo los recibos de nómina, situación que viene dándose desde el anterior rector, lleva a cuestionar qué se pretende con ese desorden, que más que ser un desorden parece ser una maniobra muy bien ajustada y operada, para esconder malos manejos presupuestales. No es creíble que el personal del departamento de recursos humanos, que ya tiene antigüedad en esa área, siga cometiendo errores, ya que, si fuera de esa manera, cualquier administrador responsable y honesto, se hubiera dado a la tarea de buscar los mejores elementos para evitar el problema. Dado que esto viene sucediendo desde hace años, lleva a pensar que más que un error es una instrucción. Y esto se refuerza al observar que los más afectados son los trabajadores de servicios generales: intendentes, personal de mantenimiento y jardineros, aunque también sucede en otras áreas.