Hugo Valadez Hernández
A lo largo de la historia de México los que han trabajado han sufrido el yugo y el látigo sobre sus espaldas. Han luchado por una vida más digna, sin embargo al no consolidarse como clase, intelectualizarse en el conocimiento histórico social y tener un proyecto claro sobre la defensa de sus interese, es lo que los ha llevado a defender, incluso con su sangre, a personajes y proyectos que terminan sumiéndolos en la pobreza y la miseria.
La tarea no es sencilla, educar y organizar al pueblo para que luche y tome el poder político en medio de un sistema que, por una parte, materialmente está diseñado para obtener la máxima ganancia a costa de todo y por la otra, subjetivamente las toneladas de ideología que vierte el sistema sobre los 5 sentidos del pueblo, para tener un control férreo, una manipulación de la sociedad sin escrúpulos, esto último ha sido redactado en más de una obra por algunos intelectuales, luchadores sociales y revolucionarios. Carlos Marx consiente que el pueblo trabajador es la clase que revolucionara al mundo en uno más justo y equitativo, trabajó en su educación y en su organización junto a su gran amigo Engels. Para finales del año 1847 por encargo de un congreso celebrado en Londres desarrollaron un programa detallado. En su amplio y concentrado contenido define con un análisis magistral la diversidad de intereses en el desenvolvimiento de la lucha de clases. Más tarde Lenin pone cumbre al desarrollo del partido de la clase obrera conquistando el poder en la revolución de octubre de 1917.
Como vemos, a pesar de la condiciones concretas de nuestro país al estar bajo la bota yanqui y el alto grado de enajenación y analfabetismo, sumado a años de explotación y sometimiento el pueblo puede gobernar y gobernar bien para todos, sobre un proyecto que produzca mucha riqueza, que genere trabajo para todo aquel que quiera trabajar, un salario remunerativo, una tasa impositiva progresiva, reorientando el gasto público hacia obras y servicios.
México atraviesa una situación delicada en casi todos sus rubros. Después de la decepción de “la esperanza de México” los votantes confían menos en la política y los partidos tradicionales. Y no es para menos. Hartos de la corrupción del PRI y el PAN optaron por morena que prometia acabar con este flagelo. La corrupción, según datos oficiales, creció en los últimos dos años de la administración morenista.
El 27 de enero de 2021. Transparencia Internacional presento la edición 2020 del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) y destaca “México sigue siendo el País con la calificación más baja entre los países que integran la OCDE, al ubicarse en la posición 37 de 37 países que la integran” dice más adelante: “Tema delicado en el caso mexicano es la falta de sanciones a los casos y redes de corrupción que ya son del conocimiento de la opinión pública tras ser revelados por periodistas de investigación. En 2020 Transparencia Internacional informo que en el periodo 2016 a 2019 ninguno de los casos de corrupción trasnacional que involucran empresas y funcionarios mexicanos, fue sancionado en México. El riesgo de impunidad, tras conocerse estos casos y no haber identificado sanciones firmes por parte de las autoridades, sigue latente.
En materia económica atravesamos la crisis más severa en un siglo con una contracción económica de alrededor del 9 %. La inflación según El Economista con datos del INEGI dice: “el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostro una variación quincenal del 0.53 % y una tasa anual de 4.12 por ciento. Este es el mayor nivel que se registra desde la segunda quincena de mayo de 2019.” Y se augura un 5 % para el mes de abril. Es decir, los precios de los productos de la canasta básica como el huevo y la tortilla se seguirán elevando.
En materia de salud hemos visto como ola tras ola repuntan los muertos por la Covid-19 y por si fuera poco una manipulación olímpica de las vacunas para obtener intereses electoreros.
En materia de la educación oficial en México, El Universal en su edición del 24 de marzo del año que corre encabeza su nota: “por Covid y pobreza, 9 millones de alumnos dejan la escuela” y para imaginar el tamaño de la tragedia hace más abajo una analogía: “La cifra de personas que se quedaron fuera del ciclo escolar es superior a la población que habita en Jalisco que, de acuerdo con el censo del Inegi 2020, ascendió a 8.3 millones, o casi del tamaño de la Ciudad de México, que es de 9.2 millones. ¿Qué país progresista con miras al desarrollo deja en el total olvido a los niños y jóvenes?
La clase política tradicional representativa a siegas, enmascarada o cínicamente, del neoliberalismo rampante, no tienen ya nada que ofrecer al pueblo trabajador que se debate en la pobreza y que cada día se la ve más difícil ante tales calamidades. Es necesario que el pueblo entienda que ningún mecías y ni demagogos de siempre van a cambiar como de milagro su situación.
Siempre en tiempos de elecciones relucen las propuestas, los proyectos, las promesas y los compromisos de siempre. Va siendo hora de que el pueblo, con un proyecto como el que propone El Movimiento Antorchista Nacional salga a escena y mejore la situación crítica del país. Vale