Guadalupe Morales Islas/Redacción
Ante el grave impacto que ha tenido la inflación en la economía de las familias y el aumento a los salarios de casi un dólar en los últimos años en el país, el Sindicato Diálogo y Unidad (SDyU) solicitará 25 por ciento de incremento al tabulador salarial en las revisiones que realizará en los próximos meses.
Los trabajadores agremiados a este sindicato de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) han celebrado asambleas generales los últimos fines de semana en las empresas, donde se toman acuerdos para solicitar incremento al tabulador de salarios y prestaciones del contrato colectivo de trabajo.
En esas reuniones se han elegido democráticamente a las comisiones revisoras para que puedan iniciar las negociaciones las próximas semanas, de acuerdo con las fechas que asigne la autoridad laboral y que se acuerden con la empresa.
El apoderado legal de este sindicato, Eduardo Vázquez Martínez informó que el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de la CROC acordó, con el aval de los trabajadores, hacer solicitudes de incremento salarial del 25 por ciento. “Este es el porcentaje más alto que hemos solicitado en los últimos años, pero tiene mucho que ver con el tema de que el incremento al salario mínimo se ha dado de una manera constante en los últimos años, alrededor de un dólar cada año, y esto ha acercado mucho el salario mínimo a las categorías de los tabuladores que manejamos, por lo menos de las categorías más bajas”.
Por lo tanto, enfatizó, “este va a ser nuestro punto de referencia para iniciar la negociación.
Sabemos bien que la inflación marcará la pauta para tener un referente en relación con lo mínimo que debemos aceptar”.
Dio a conocer que el SDyU esta semana empezará a hacer llegar los pliegos petitorios a las empresas y además esto se juntará con el pago de prestaciones de fin de año.
Precisó que en enero se revisarán nueve contratos colectivos y en febrero otros 10, por lo que el resto se atenderá en abril, junio, julio y agosto de 2023.
Eduardo Vázquez comentó que la inflación ha provocado inestabilidad en el poder de compra de la canasta básica entre la clase obrera y “en este momento lo que puedo decir es que cuando menos entre los trabajadores que representamos hemos detectado que compran menos comida, es decir, están comiendo menos y están comiendo de una calidad más baja de lo que comían en años anteriores, porque al no rendir el dinero, dejan de comprar productos complementarios que venían a fortalecer la dieta diaria del trabajador y de su familia”.
