Mtra. Elsa Martínez Flores/Columnista
La palabra SIEMPRE me ha gustado usarla en mi vida, tal vez la he idealizado, por el significado que conlleva, es decir, expresa el infinito, lo que nunca termina, pero objetivamente, sabemos por diversas experiencias que, hay un fin, o bien que SIEMPRE puede ser convertirse en un segundo o en una eternidad, parafraseando al conejo blanco, personaje del cuento “Alicia en el país de las maravillas” el tiempo es relativo, como usted lo quiera apreciar.
Mi asociación a la palabra tal vez sea por la utopía de los finales felices que SIEMPRE quise tener de pequeña o probablemente del temor a cambios que “siempre” han existido en el entorno en el que nos movemos, pero una cosa es segura, todos pasaremos por transiciones y lo que pensábamos que duraría puede esfumarse en eternos y fugaces segundos, el hoy es la permanencia y también la evolución cotidiana como seres humanos.
Transformarnos es una constante en el mundo, una dinámica de la que nadie escapa, es nuestra mente la que hará que tomemos la palabra de una mejor forma y la apliquemos a la actualidad que vivimos.
Lo que ayer experimentamos permanece con nosotros y estará ahí albergado el recuerdo que nos hará individuos diferentes a las que antes fuimos, mejores o peores, pero sólo una cosa es real, lo que vivimos como personas, profesionistas, trabajadores y otras representaciones queda para tomar lo mejor y continuar nuestro camino.
SIEMPRE tiene sentido, porque le damos significado a una vivencia o historia que dure lo que tenga que durar y permanecerá en una parte de nuestro cerebro.
Este año, para muchos pudo haber sido intenso, difícil, para otros, lleno de sorpresas y de nuevas historias que marcarán su vida, pero “siempre” estarán en nuestra mente para mejorar la mayoría de las veces.
Las novelas color rosa nunca existieron, lo que viene es otro día solamente y no sabemos cómo será, pero lo que me queda claro es que diariamente hay que luchar por lo que uno quiere, con el ímpetu de hacer bien las cosas, aunque para ello se vivan cambios, y si algo o alguien vale la pena luchar porque permanezcan con nosotros, para que la palabra siempre adquiera la eternidad que determinemos cada quien.
Agradezco a quienes favorecen con su lectura a esta servidora. Deseo que el próximo año sea mejor, siempre….
