Redacción
La síndica del municipio de Apetatitlán, María Gloria Ramírez Ramos, se niega a vivir fuera del erario, por lo que, al ver frustradas sus aspiraciones políticas, entregó su causa al candidato perdedor del PAC, Azaín Ávalos Marbán.
La actual representante legal del ayuntamiento ha vivido los últimos tres años una vida de lujos, con cargo al erario. Lejos de cumplir sus funciones, es la única integrante del cabildo que se ha dado el lujo de exigir el pago de todos sus gustos y beneficios personales.
Muestra de ello es que, con cargo al erario, realizó recientemente un viaje a las paradisiacas playas de Puerto Vallarta, Jalisco, y por el cual, obligó al ayuntamiento a cubrir no solo su vuelo de avión y el exclusivo hotel, sino hasta el taxi Uber que la llevó y la trajo desde Belén Atzizimitlán al aeropuerto de la Ciudad de México.
Es de recordar que la síndica fue aspirante a la candidatura a la alcaldía por Morena, pero antes fue precandidata por el PRI, después también intentó esa nominación por el PRD y en el PAN, pero al ver frustradas sus aspiraciones, acordó con el candidato del PAC, Azaín Ávalos Marbán, la Secretaría del Ayuntamiento para ella y 20 espacios en la administración pública.
De acuerdo con información disponible en la Plataforma Nacional de Transparencia, la síndica dispuso para ese paseo a Puerto Vallarta de 18 mil 88 pesos, solo por tres días, de los cuales, se desconocen beneficios generados a favor de la población que dice representar la servidora pública.
Es más, dicha erogación que contrapone al acuerdo que en su momento tomaron los integrantes del cabildo de Apetatitlán, en donde ninguno de los servidores incurriría en estos excesos o gastos superfluos con cargo al erario.
Por ejemplo, el ayuntamiento pago con cargo al erario 6 mil 827 pesos a la empresa AeroMéxico por concepto de vuelo, en clase turística, de la Ciudad de México al aeropuerto de Puerto Vallarta.
Además, la Comuna tuvo que pagar un monto de 5 mil 961 pesos por hospedaje, por dos noches, en el hotel Holiday Inn and Suites, según la factura con folio b-24731, expedido por la operadora del hoteles Flosol, de Zapopan, Jalisco.
Y no conforme con ello, la funcionaria que debería cuidar el patrimonio de Apetatitlán, ordenó al ayuntamiento pagar 5 mil 300 pesos, para utilizar como Uber uno de los vehículos de la a la empresa Transportes Unidos Xaltipan, Santa Cruz Guadalupe, Tlaxcala, por concepto de “viaje de la localidad de Belén Atzizimititán, Tlaxcala al aeropuerto de la Ciudad de México, ida y vuelta”.
Por ello, ahora se entiende la desesperación e incluso, el desvió de recursos en el que incurre, al ocupar su horario laboral y hasta su oficina, para realizar labores de proselitismo a favor del candidato a la presidencia del PAC y ex funcionario municipal, señalado por vender plazas y otras anomalías, Azaín Ávalos, ya que quiere seguir viviendo del erario.