Se movilizan otra vez pobladores Tlalcuapan por liberación de sus autoridades

Gerardo Santillán

Pobladores de San Pedro Tlalcuapan llevaron a cabo esta mañana una marcha pacífica por las calles céntricas de la ciudad de Tlaxcala hasta llegar al zócalo, frente a Palacio de Gobierno, en demanda de la liberación de su presidente de comunidad, Saúl Rosales Meléndez, y de su tiaxca, Raymundo Cahuantzi Meléndez, a quienes consideran “presos políticos” por presuntamente estar involucrados en el linchamiento de un ladrón la tarde del pasado 15 de abril en esa comunidad chiautempense.

Al grito de “¡justicia, justicia!” y reproches al gobierno estatal y a diputados locales, al menos 200 participantes entre familiares de los detenidos, vecinos y otros liderazgos de la localidad, partieron desde la antigua asta bandera, en bulevar Guillermo Valle, hasta llegar, primero, al Palacio Legislativo y luego marcharon al primer cuadro de la ciudad, donde emitieron un pronunciamiento acerca de los hechos.

La movilización en el centro capitalino se desarrolló sin novedades; sin embargo, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) se mantuvieron a la expectativa para resguardar el orden público.

Y es que la semana pasada, los pobladores tuvieron un enfrentamiento con los uniformados frente a la sede del Poder Ejecutivo por la aparente retención del personal de Gobernación.

En síntesis, los quejosos deslindaron de los hechos tanto a Saúl Rosales como a Raymundo Cahuantzi, pues el primero era el encargado de resguardar el orden el Viernes Santo y el segundo ni siquiera estuvo en el lugar de los hechos, toda vez que mantenían un cargo eclesiástico por Semana Santa.

En contraparte, resumieron una serie de eventos que iniciaron desde 2019 con la presencia de la plaga del gusano descortezador en la zona de la montaña, tema que autoridades de los tres órdenes de Gobierno desestimaron y no solo lo dejaron crecer, sino que hubo representantes de dependencia como la Profepa, Conafor, Policía Estatal y la entonces Coordinación General de Ecología, quienes manipularon y aprovecharon para sacar raja económica del desastre.

Asimismo, a partir de 2021 se incrementaron los robos, extorsiones por el tema de la madera y otros delitos no únicamente en Tlalcuapan, sino en la región de las faldas de La Malinche, lo que tampoco fue atendido oportunamente por las autoridades de seguridad y eso llevó al hartazgo de los ciudadanos que, en un momento dado, hicieron justicia por propia mano.

Por eso y otras situaciones que se fueron sumando, los tlalcuapenses pidieron respeto a su forma de organización como pueblo indígena y advirtieron que continuarán con la presión, hasta que sus dos vecinos acusados por el linchamiento sean liberados.

De paso, responsabilizaron al Gobierno del Estado de cualquier cosa que les pueda pasar en su integridad física o patrimonial a los manifestantes.