Riqueza arquitectónica de Apetatitlán en pleno deterioro

Mesones y edificios del siglo 19 están en malas condiciones porque dueños están impedidos por el INAH para hacerles cualquier reparación

 

Gerardo Santillán

La significativa riqueza arquitectónica del municipio de San Pablo Apetatitlán, con 51 monumentos históricos reconocidos por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se encuentra en riesgo por las malas condiciones que registran, debido a los dueños de esos inmuebles están impedidos para poder llevar a cabo alguna restauración.

Desde 1986, el INAH hizo esa declaratoria sobre templos religiosos que datan de los siglos 16 al 18, así como mesones y otros edificios del siglo 19. Estos últimos son los que literalmente se están quedando sin techumbres porque no han recibido mantenimiento, ya que la institución es muy estricta con cualquier acto de reparación que se pretenda realizar.

Al respecto, el Secretario Particular de la Presidencia Municipal de Apetattitlán, Miguel Espíritu Hernández, explicó que esos mesones están prácticamente como intocables, pues está prohibido por decreto que su estructura original sea alterada y únicamente se deben utilizar materiales específicos y autorizados para darles alguna atención.

“Pero sus techos se están derrumbando, solo quedan las bardas o fachadas, pero ni el INAH ni los dueños tienen permitido poner tabique en lugar de adobe, por ejemplo, en fin, la mayoría de esos mesones se encuentra en malas condiciones, como uno que está frete a la Presidencia Municipal cuyo techo ya se vino abajo”, observó.

Mientras esos vetustos inmuebles se siguen deteriorando, también están los templos católicos que han resistido mejor el paso del tiempo y además están en uso constante, como los templos de Padre Jesús y San Pablo Apóstol que están juntos en el centro de la cabecera municipal, o bien el más antiguo de todos, el exconvento Franciscano de San Matías, que es una copia del exconvento de San Francisco en Tlaxcala capital, pero que se encuentra cerrado porque los vecinos no permiten el acceso.

Por lo tanto, “la mejor forma de extender la vida de los monumentos históricos de Apetatitlán es que el INAH se acerque con los dueños y les proponga algo, tal vez con recursos o que vigile la reparación de los inmuebles, pues esa riqueza arquitectónica debe mantenerse como identidad del municipio”, observó Espíritu Hernández.

Eso sí, la próxima semana se tiene previsto inaugurar la rehabilitación de los portales históricos de la calle principal de San Pablo, en el que se invirtieron casi 5 millones de pesos, más 600 mil pesos adicionales para acciones complementarias.

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