Renuncia de directivos de SESA, exige SNTSA
Alonso Castañón
El SNTSA Sección 27 demandó al Secretario de Salud de Tlaxcala, Alberto Jonguitud Falcón, la renuncia de al menos cuatro directivos por considerar su conducción laboral no abonada en mejorar el sistema de salud.
Así lo manifiesta un escrito que consta de varias hojas, los cuales están colocados en todos los hospitales de la entidad, y explican cada una de las actitudes de los jefes de departamento o directores de la Secretaría de Salud (SESA) en detrimento de la base trabajadora.
Con la firma de la Secretaría General del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), Blanca Águila Lima, se hace referencia que no existe un ambiente de respeto y armonía laboral por parte de René Farfán Quiroz, quien se desempeñaba como Jefe del Departamento de Hospitales del Organismo Público Descentralizado; Lucila Ávila Carrillo, encargada de la Jefatura Estatal de Enfermería; María de Jesús del Carmen González Escalante, Jefa del Departamento de Prevención para la Salud; y Claudia Salamanca Vázquez, Directora de Atención Primaria a la Salud.
Es de comentar, que de Farfán Quiroz, el documento explica que amenazaba a su personal a cargo en las diferentes unidades hospitalarias para imponer sanciones si no subsanan las irregularidades existentes, sin que él se haya parado en las unidades a hacer la supervisión ni gestionado los insumos necesarios, medicamentos y capacitación.
Por parte de Lucila Ávila, el sindicato señaló que no ha mejorado el número de personal suplente, aun cuando en los hospitales existe una excesiva carga de pacientes, de ahí la desorganizada rotación de personal de enfermería.
Mientras que de González Escalante, se refieren que se conduce con prepotencia e intolerancia hacia sus compañeros de trabajo y subordinados, además de atentar contra los derechos humanos aun siendo integrante de la Unidad de Género del OPD SESA.
Y de Salamanca Vázquez, los documentos la describen como una burócrata ineficiente e incapaz de resolver las problemáticas, con lo que se pone en riesgo los procesos de acreditación ante la falta no solo de insumos, medicamentos, reactivos y equipamiento, sino también de infraestructura y equipo en mal estado.
