¿Quién pone orden en MORENA?

Bernardino Vazquez Mazatzi/Escritor y periodista

El Movimiento de Regeneración Nacional en Tlaxcala, a pesar de ser un partido nuevo nacido de firmes convicciones y voluntades, a pesar de representar la auténtica esperanza de millones de mexicanos y a pesar de estar en el poder, es una organización que como todos los otros institutos políticos, padece la ambición y ceguera de algunos de sus personajes con poder o no.

El peor enemigo de MORENA es su propia dirigencia y algunos de sus militantes reales o presuntos que en un afán de protagonismo, declaran cada incoherencia que no hace más que confundir a sus simpatizantes, confrontar a los fundadores con los chapulines, enviar mensajes negativos al electorado y abrir la puerta de todo tipo de individuos desperdicio de la política y de los partidos y rechazados como cascajo por la sociedad.

No vamos a ignorar ni contradecir que en estos momentos, de emergencia sanitaria y de destiempo electoral, decenas de distinguidas personalidades andan haciendo proselitismo político diciéndose enviados o bendecidos o seguros candidatos por MORENA y juran que han sostenidos diálogos con la cúpula nacional de ese partido que los ha recibido y elegido a pesar de su cuestionable pasado y de sus tatuajes priistas, panistas, perredistas y todo lo acabado en istas.

Allá por las comunidades, barrios y colonias de todos los municipios de Tlaxcala, caminan seres ansiosos de servir al pueblo y sacrificarse por el mundo desde una presidencia municipal, desde alguna desperdigada regiduría o ya de perdida, desde el senado o la Cámara de Diputados estatal o federal, y andan diciendo que ya se entrevistaron con una funcionaria federal y que les dio el visto bueno, o que ya fueron atendidos por un senador actual que los mandó a hacer campaña y hasta juran que el mismo AMLO les ha dado la bendición y la recomendación.

Lo cierto es que en nuestra entidad, a falta de un liderazgo real, de una dirigencia definida y comprometida, de un personaje capaz de poner orden y de alguien con autoridad moral y probada honestidad, cualquier figura medianamente importante dentro de MORENA se asume con autoridad y capacidad para repartir candidaturas y promete lo mismo a priistas que a perredistas y panistas y a todo aquel que pida o exija; basta con que hable bonito de ese partido, del PEJE, del su interlocutor o que jure tener arraigo, experiencia, compromiso y proyecto aunque ni en su barrio lo conozcan.

Por eso hay muchos y muchas que antes (y también ahora sólo que a escondidas) hablaban pestes de MORENA y de sus candidatos y funcionarios, que daban la vida por sus anteriores partidos y que juraban lealtad a sus antiguos colores y siglas y que ahora se dicen más morenistas que los auténticos morenistas o que los fundadores del partido en el poder federal y reniegan de su pasado y de su vida pasada y como adalides de la paz y el progreso ofrecen su existencia en la piedra de los sacrificios a los dioses del hueso.

Del otro lado están quienes se pelean por darle el mejor golpe al MORENA, quienes en un afán por acumular poder o al menos obtener presencia para negociar, prometen candidaturas; están los que usufructúan el cargo que ahora ostentan y se sienten capaces de modificar el destino de los pueblos y de los suspirantes pero todo eso no tiene ni pies ni cabeza pues no hay quien ponga orden en el instituto creador de la cuarta transformación.

Hay una enorme división dentro de ese partido. O cuando menos no hay liderazgo firme o una figura con autoridad. Así es como desde adentro se están tejiendo traiciones, deslealtades, se están fraguando algunas derrotas en las urnas, se están creando grupos de interés y facciones de choque que habrán de confrontarse para salvar o imponer sus derechos reales o supuestos y así es como le van a poner piedras en el camino al abanderado a la gubernatura en las elecciones de julio venidero.

Así es como algunos siniestros personajes se van a enquistar en MORENA y hasta en el poder no para servir a la sociedad tlaxcalteca sino para defender los intereses de esos personajes que ahora prometen candidaturas y tejen alianzas navegando con dos banderas, o tres.

Y mientras los partidos de oposición siguen enviando sus caballos de Troya a MORENA y este partido se encuentra desorientado y sin timonel, los arribistas se lamen los bigotes y afilan las uñas. Total, no hay quien llegue a poner orden en MORENA.

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