Política confusa pero interesante 

Bernardino Vazquez Mazatzi

Escritor y Periodista

El escenario político en Tlaxcala, para algunos, puede estar hoy más que nunca, de lo más clara y para otros, existe un ambiente nebuloso que hace que las predicciones pierdan todo el sentido y carezcan de credibilidad pues por muy enterados que estén los que aseguran saber el destino de hombres y mujeres aspirantes, las señales que envían partidos y candidatos modifican todo el tiempo las predicciones.

La reciente visita del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador a Tlaxcala, para muchos, puso en claro quién será la candidata a gobernador por nuestra entidad y para pocos, el encuentro del mandatario con Lorena Cuellar Cisneros en su automóvil fue un regaño y una indicación verbal de que tú no serás la abanderada de MORENA. La foto se prestó para los memes pues los contrarios encontraron en esa imagen el pretexto para la denostación; de todos modos, hubiera sido cualquier cosa que encontraran con tal de agraviar a la contrincante.

Lo cierto es que cada vez queda más claro quién es quién y de qué lado va a estar. Los enterados aseguran que efectivamente, en los partidos, en todos, va a haber rompimientos porque algunos personajes no van a ver cumplidas sus expectativas o no van a ser reconocidos sus derechos y militancia. De esas disidencias se consolidarán los grupos y se fortalecerá el partido que va a ganar las elecciones. Y todos esos conocedores infalibles apuntan a que será MORENA el ganador del rio revuelto.

Las traiciones, golpes bajos, deslealtades, doble juego y falsas promesas ya se están dando en todos los partidos y grupos. MORENA es el que más movimientos registra y muchos, son en su contra. Hay quien bajo esas siglas reparte candidaturas a presidencias municipales y diputaciones pues se dice seguro candidato la gubernatura y triunfador en las urnas. Como él hay figuras importantes que se pelean por dar el golpe más fuerte y más dañino a su partido, a su imagen y a quien salga como candidato o candidata.

La gente que ahora se mueve y de forma muy anticipada es la que llegado el momento vana a negociar y en caso de no obtener prebendas se irán con otro candidato.

En el PAN hay doble mensaje y doble lenguaje. El espirante a candidato que mejor está posicionado y que incluso recibe fuego amigo es Juan Caros Sánchez Saga. Los azules saben que a nivel nacional están muy vapuleados y que en Tlaxcala podrían tener posibilidades con este personaje empresario, pero con esos amigos y con esos militantes, para qué quieren enemigos. Si no se unen en torno a un candidato y si se fracturan, tienen garantizada la derrota. SAGA es un serio contrincante que podría dar la sorpresa.

En el PRI las cosas están algo peor. Simplemente no han entendido su situación de oposición y para la sociedad hay agravios, reales o supuestos, que no van a ser perdonados y la condena y sentencia se va a repetir en las urnas. En el tricolor siguen de arrogantes, se niegan a ser humildes, no tienen ganas ni forma de acercarse y dialogar con las bases y sus aspirantes, que son como cien en cada municipio, en vez de unirse, se dividen y dañan. De aquí al proceso de selección y luego al proceso electoral, no podrán ponerse de acuerdo y promueven su derrota.

Por lo que respecta al PRD, qué decir: ni siquiera hay la seguridad o señal de que existe. Si bien en los días recientes los medios de comunicación les echaron la mano para dar a conocer la conformación de sus agrupaciones en los municipios, esas actividades partidistas para los propios perredistas fueron más acomodos internos y reparto de posiciones para apoyar y defender intereses, que un acercamiento o intención de dialogo con las bases.

Ahora que, hay quienes dicen, pudiera ser con fundamento, o porque algo saben que la mayoría no, que en Tlaxcala se va a fraguar una alianza demoniaca entre PRI, PAN y PRD para derrotar a MORENA. Creen que sí es posible tal aberración. Las ansias por ganar, o la desesperación por no perder hace a partidos y dirigentes vender su alma al mismo demonio. Pero, dicen, en MORENA no tienen por qué preocuparse: ni así van ganar la gubernatura.

Aunque no hay que soslayar la advertencia de los conocedores y sabios electorales: MORENA sólo podría triunfar si logra salir lo más limpio posible de sus procesos de selección de candidatos. Si se juntan en torno a candidatos de unidad, podrían perder menos presidencias, quedarse sin una que otra diputación y tal vez hasta obtengan menos rechazo en las urnas. No obstante, el partido en el poder tiene muchas posibilidades de triunfos pues el efecto AMLO o la sed de cambio se mantiene casi igual. Ya veremos.

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