La Pluma Más rápida
La noche del miércoles se consumó el desaseado proceso interno de MORENA para elegir a su virtual candidato presidencial, en este caso, candidata, en la figura de Claudia Sheinbaum.
Si bien nada sorpresivo, terminó por corroborar que los partidos políticos están hundidos en el fango y la miseria – no económica – moral.
Ni siquiera el partido en el poder, con todos los recursos de su lado, pudo tener control sobre una encuesta nacional ínfima de solo 12 mil 500 cuestionarios, que no representan para nada el sentir del pueblo.
La tan cacareada encuesta del partido experto en encuestas, no solo no legitima a la exjefa de Gobierno de CDMX, sino a ninguno de los otros cinco aspirantes de haber ganado. Simplemente fue una simulación para justificar una decisión tomada desde hace al menos dos años.
Muestra de ello fue que horas antes de que Claudia fuera declarada ganadora, el presidente del Consejo Nacional de MORENA, Alfonso Durazo, difundió un desplegado de gobernadores morenistas en respaldo al proceso interno, aun cuando alguna de ellos incluso se encontraba fuera del país.
Fue el propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien desde entonces comenzó a adelantar el proceso sucesorio de la cuarta transformación y se sabía qué él y solo él iba a decidir, ahora deberá cargar con los costos políticos que eso le representará.
Con las inconformidades internas en MORENA y sus aliados, sumado a que él mismo ha elevado a la oposición, su Plan C de que en las elecciones federales de 2024 haya un voto masivo por la 4T, simplemente está en riesgo real.
A falta de qué ruta decida tomar Marcelo Ebrard el próximo lunes y con todo el arrastre que trae, no se ve descabellado que la elección presidencial se vaya a tercios y, por ende, los cargos por diputaciones federales y senadurías vayan por el mismo camino, habida cuenta de la posibilidad de que se abra una tercera vía electoral.
Todavía basta ver qué rol tendrán las instancias judiciales en esa materia si es que Ebrard o alguien más decide impugnar el proceso interno de MORENA.
Por lo pronto, quedó demostrado que al partido marrón le ha quedado grande su propio juego.
Ya veremos…
