Se han registrado no menos de una decena de incidentes aparatosos en cuatro meses.
Gerardo Santillán
Desde que arrancaron en noviembre de 2018 los trabajos de ampliación de la carretera Tlaxcala – Apizaco, a la fecha se han registrado no menos de una decena de aparatosos accidentes automovilísticos, más otros tantos de mucho menor magnitud que prácticamente se presentan a diario.
Así, en cuatro meses se han documentado en los medios de comunicación volcaduras, choques múltiples, caídas y salidas de la vía de circulación, como los incidentes más graves, pero hasta el momento ninguno ha cobrado alguna víctima mortal, solo heridas de consideración y cuantiosos daños materiales.
Tampoco se ha reportado algún accidente de trabajo entre los operarios y obreros que laboran en la obra carretera que inicia a la altura de los puentes a hospitales y termina en el entronque El Molinito, en una etapa.
Es de recordar que la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Apetatitlán, cuya cabecera es la zona de conflicto por el caos vehicular, informó hace unas semanas que en promedio a diario se tenía conocimiento de unos siete incidentes vehiculares, la gran mayoría leves impactos por alcances un otros sin consideración.
Desde el principio del proyecto, se programó para culminar en un año, así que restan al menos ocho meses de caos vehicular. El objetivo de la obra, es dar un mejor flujo al intenso tránsito de automóviles ligeros y pesados, así como hacer ese tramo mucho más seguro y ágil para citadinos, transportistas y paseantes.
