La Pluma más Rápida/Columna
Las elecciones de 2018 fueron un “parteaguas” para las mujeres en el ámbito político de Tlaxcala, primero porque se respetó la paridad de género en las candidaturas a los diferentes puestos de elección, y segundo, el alto nivel de votación permitió que las mujeres lograran superar el 50 por ciento en representatividad en el Congreso del Estado, incluidas, aquellos escaños por la vía plurinominal.
Por el movimiento político social que se registró en el país, se tenía una gran expectativa del papel de las mujeres de la LXIII Legislatura, algunas solo estaban esperando una oportunidad en la vida para demostrar su capacidad y liderazgo como ha sido el caso de Laura Yamili Flores, Michelle Brito y Leticia Hernández, pero en otros casos fue decepcionante ver el grave impedimento para avanzar en este aspecto.
Sobre todo la “doble moral” porque mientras señalaron a algunos de sus compañeros diputados de ejercer violencia en razón de género por el tema de Ley Electoral del Estado, para que las mujeres encabezarán listas de candidaturas plurinominales, por el otro lado, algunas tenían la orden de votar a favor o en contra ciertas iniciativas, sobre todo las que favorecían al gobernador Marco Mena.
Para muestra un botón, la congresista Patricia Jaramillo, quien es una profesionista del sector químico, originaria de uno de los municipios más importantes como es San Pablo del Monte y quien llegó por la vía plurinominal por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
En 2018 se le vio muy activa en campaña a favor del proyecto del actual Presidente, Andrés Manuel López Obrador, pero una vez que llegó al Congreso del Estado, se apagó.
Su padrino político, por así decirlo, Vicente Ponce, tuvo mucho que ver, pues cualquier tema primero tiene que pasar por sus manos, incluso, hasta para poder hablar con la diputada.
Por eso decimos que durante esta representación, su actuación está regida por lo que diga su asesor, no hay autonomía en sus decisiones si no están avaladas por el líder político sampablense.
El papel de Paty ha sido irrelevante y de parte de su partido, no se le vio defender el proyecto de nación o la ideología de Cuarta Transformación, sin ninguna iniciativa que favoreciera a sus representados.
Pero ayer dio de qué hablar, porque abandonó Morena para irse a Redes Sociales Progresistas (RSP), con el precandidato a la gubernatura, Juan Carlos Sanchéz, mejor conocido como SaGa.
Pero no estaba sola, estaba acompañada de Vicente Ponce, el líder político de una pequeña estructura en San Pablo del Monte, quien al no verse favorecido de cara a las elecciones del 6 de junio, optó por otro camino que beneficiara a sus intereses, y eso, incluyó llevarse a la representante popular a otra bandera política.
Ya lo decía un liderazgo de su partido, Morena, si no fueran beneficiados con alguna candidatura y fueran los primeros en abandonar el partido, entonces, nunca estuvieron con la ideología de la Cuarta Transformación sino por sus intereses personales. Al tiempo…