Panorama político local

Bernardino Vazquez Mazatzi

Escritor y Periodista

La llegada de Anabel Ávalos Zempoealteca a la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional viene a darle oxígeno al tricolor y le pinta un mejor escenario electoral para el próximo año. Si bien ese aliciente no será suficiente para aspirar o para lograr importantes victorias, sí lo será para darle una nueva imagen y un nuevo destino al casi desaparecido PRI.

El ahora ex dirigente de ese partido, Oscar Amador, sale por la puerta de atrás y su estancia en ese instituto político sirvió para echarle más tierra. Su oscura y casi invisible estancia en el PRI era garantía de fracasos electorales; con Anabel al menos se abren las posibilidades y tienen seguras algunas victorias, aunque desde luego, todo depende del o los candidatos; las personas van a estar por encima de los colores y las siglas, de ahí que va a tener mucho cuidado en la elección de sus aspirantes.

Porque quiérase o no, el hecho de que sea una mujer la que tome las riendas del PRI, le va a acarrear una mayor cantidad de simpatizantes, además de que el género femenino representa la mayor parte de la población tlaxcalteca y la irrupción de las mujeres en la vida política, económica, social y cultural es destacable y va en ascenso. Si como dirigente del tricolor sabe aglutinar a mujeres en tono a un proyecto de gobierno confiable y si abre más y mejores espacios para ellas, en el próximo proceso electoral va a representar un grave riesgo para el partido en el poder.

El escenario que le pinta al PRI es halagador primero, por el cambio de aires al interior, luego, porque las mujeres son aguerridas y saben lograr sus metas, pero sobre todo, porque MORENA como que no está resultando de todas las simpatías de los tlaxcaltecas. MORENA tiene flancos débiles, tiene debilidades ya muy expuestas. El tricolor sabrá capitalizar esos grandes detalles.

La alianza anti natura que como amasiato o trío amoroso el PRI sostiene con el PRD y con el PAN, lejos de favorecerle, le afecta y eso, debe entenderlo la nueva dirigencia del partidazo. Le afecta tanto como le restan confianza y simpatía los mismos rostros de siempre, los chapulines, la simulación, los caciques e inevitables mismos rostros y nombres. El PRI debe renovarse, cambiar el discurso, la estrategia de acercamiento con el pueblo, la oferta electoral; debe cambiar de imagen y hasta de gente si es que quiere dejar de causar sólo precaución a MORENA.

Y hablado de ese partido, ahora en el poder y al parecer por otro sexenio en el gobierno federal, como que en Tlaxcala no las tiene todas consigo. Hay errores por demás inocentes, fallas que evidencian falta de experiencia y voluntad, y más que nada, hay la idea de que mucha gente se está aprovechando de la franquicia morenista y lucra con la victoria que obtuvieron otros y que ahora se encuentran fuera de las administraciones estatal y municipal y que ni siquiera son recibidos ni apoyados por los actuales beneficiarios.

Ya sea en la dirigencia del Movimiento de Regeneración Nacional, en los legisladores emanados de ese partido, en las secretarías y direcciones de gabinete y en los municipios ganados hay una suerte de inconformidad y confrontación como canibalismo que lo está consumiendo desde adentro. Simplemente hay municipios en los que nada se puede hacer. Chiautempan es un ejemplo de caso perdido en donde su alcalde es una tragedia para MORENA y es un municipio en donde los morenistas se están dando con todo. Ese municipio es fracaso y es una garantía de derrota electoral para el próximo año.

Del PRD hay poco qué decir porque primero hay que conocer si sigue existiendo. Tiene algunos vestigios que nos dan una vaga idea de que algún día tuvo el poder. En los municipios hay pequeñas señales de vida como en el caso de Chiautempan en donde ese segundo lugar en el proceso recién pasado lo puede utilizar y le puede dar buenos resultados. La migración amarilla a territorio moreno es de escándalo y por eso ha perdido confianza del electorado. También hay la idea de que este partido no es oposición, sino comparsa.

Del PAN igualmente hay poco de qué hablar sobre todo porque sus personajes principales no son precisamente del agrado de los panistas y de los tlaxcaltecas. Elitista, se ha alejado de las bases y el reparto de las posiciones y candidaturas es igual o peor que en el PRI, en sus mejores años.

El resto de la fauna política, el resto de los partidos en Tlaxcala son relleno. Sirven para hacer bulto en las alianzas, pero solos no son de peligro. Ni siquiera son motivo de charla o de interés para los tiburones.

Este es el panorama político electoral del momento, así se ve la foto de hoy.

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