Redacción
Después de comercializar pruebas y vacunas apócrifas contra el coronavirus, los delincuentes ahora ofrecen certificados falsos de la vacuna Covid-19, que permiten mentir sobre el estatus de vacunación de una persona para que pueda viajar al extranjero e incluso le permitan ingresar a plazas, hoteles, bares y restaurantes en diversas ciudades del país donde será un requisito.
Después de que el pasado 6 de julio el Gobierno anunciara el programa de certificados, se detectó que vendedores de la Plaza de Santo Domingo en la Ciudad de México comenzaron a comercializar dichos documentos falsificados, por los cuales cobran entre 500 y 600 pesos.
Los documentos falsos parecen tener dos objetivos: primero, las personas no vacunadas o quienes solo tienen una primera dosis pueden utilizar estos certificados apócrifos para viajar y entrar a países donde deben de comprobar que han recibido las dos dosis.
En segundo lugar, pueden cambiar el tipo de vacuna que aparece en su certificado para países con requerimientos específicos, como la Unión Europea, que solo acepta a viajeros inoculados con dosis de Pfizer, Moderna, AstraZeneca o Johnson & Johnson, las cuatro aprobadas por la Agencia Europea de Medicina.
Los documentos falsos funcionan incluyendo un código QR que redirecciona a un sitio web falso de diseño similar al sitio web del gobierno para la vacunación contra el COVID-19. Es difícil pero posible que los delincuentes carguen cada QR con los datos solicitados por los clientes.
En cada fase de la pandemia, los delincuentes han aprovechado las vulnerabilidades de las respuestas gubernamentales para sacar ventaja. Inicialmente el crimen organizado falsificó y vendió ilegalmente la prueba y después la vacuna contra el coronavirus, como denunció en su momento Raúl Sapién Santos, Presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada
(CNSP), quien reportó el hallazgo de laboratorios que fabricaban vacunas falsas en los estados de Jalisco, Tamaulipas, Chihuahua y Ciudad de México.
México ha sido un foco de pruebas y vacunas adulteradas, y ahora de certificados apócrifos de vacunación. “Nos encontramos ante un problema muy serio. Los delincuentes han suplantando la identidad de instituciones de salud y laboratorios para practicar exámenes apócrifos y falsificar la vacuna contra el coronavirus. Se dio con la vacuna de la influenza, con las pruebas Covid, con la vacuna de Pfizer”, ahora se da con los certificados, lo que pone en serio riesgo la salud de la población, dijo.
La venta de vacunas y certificados falsos “podrían enmascarar aún más los indicadores que actualmente presenta la Secretaría de Salud y disparar de manera exponencial la cifra negra en el número de contagios y defunciones por la covid-19”, alertó Sapién Santos.
Recientemente el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, dio a conocer que los establecimientos, restaurantes, hoteles o centros nocturnos que rebasen el 50 por ciento de su capacidad, deberán exigir a sus trabajadores y clientes, presentar un certificado de vacunación contra el Covid-19 o una prueba que sea negativa, la cual debe tener un periodo de expedición no mayor a 72 horas.
Así también las ciudades de Mazatlán y Culiacán en Sinaloa prohibirán la entrada a bares, restaurantes, centros comerciales, centros nocturnos e instituciones educativas que no presenten comprobante de vacunación donde certifique que recibieron la dosis contra el Covid-19. La medida podría propagarse rápidamente a todas las ciudades del país en las próximas semanas.