Muy lamentable resultó el episodio afuera del antro “Antara” ubicado en la colonia Industrial de Chiautempan, donde la madrugada del pasado domingo se registró una riña que comenzó en el interior y terminó fatalmente a balazos en la calle, con el saldo de un joven muerto y dos más heridos de gravedad por los impactos de bala.
Envalentonados muy posiblemente por los influjos del alcohol, dos grupos de trasnochadores se hicieron de palabras y luego de un zipizape de puertas para afuera, algunos de ellos sacaron a relucir sus armas de fuego para atacar a sus contrincantes. Ya ahogado el niño se quiere tapar el pozo, pero los policías que acudieron a la emergencia solo alcanzaron a acordonar la zona, pues los responsables lograron escapar.
Varios agravios se pueden contar del caso. Por un lado, que la delincuencia común y de alto impacto ya alcanzó a Tlaxcala sin duda. Ya no solo no se puede ir tranquilo a departir con amigos a un bar, sino que los asesinatos de mujeres que las autoridades estatales no quieren reconocen como feminicidios, se han recrudecido en las últimas semanas.
Por otro, hoy sabemos que presuntamente el “Antara” operada sin licencia de funcionamiento expedida por el Ayuntamiento santanero, lo que de confirmarse resultaría mucho muy grave, sobre todo porque una política de la comuna había sido no seguir permitiendo la apertura de más antros o centros nocturnos nudistas, a menos que haya sido para un cuate.
Lo cierto es que la comuna sarapera está más que obligada a revisar el estatus de establecimientos de ese tipo: si su permiso de funcionamiento está vigente, si en realidad opera sobre la licencia que se le tiene autorizada o se extralimitan, si cuentan con los elementos mínimos de protección civil en caso de emergencias, si su personal está debidamente capacitado, entre otros aspectos, pues ya pudimos ver que las omisiones están al orden del día en un hecho que no puede tomarse como aislado.
Por la densidad democrática de Santa Ana y estar prácticamente conurbado con varios municipios, la ciudad lanera sin duda requiere de muchos servicios, entre ellos los llamados “males necesarios”, pero eso no implica que la autoridad en turno no vigile cómo funcionan ese tipo de negocios y mucho menos se haga de la vista gorda ante un suceso tan grave como el del domingo, más parecido al de una discoteca del pacífico en el noroeste mexicano, que en el altiplano tlaxcalteca.
En algunas entregas anteriores de La Pluma Más Rápida, habíamos dado cuenta de un grupo delincuencial que, con por lo menos una mujer incluida, visitaba los bares nudistas para extorsionar a los dependientes. Pues ahora se sabe que, coincidencia o no, ha habido intentos de asalto en tiendas de conveniencia o de privación ilegal de la libertad – como el frustrado del lunes en Tepeyanco – en el que participan varios hombres y féminas. De ello ya fue víctima un exregidor chiautempense, cuyo domicilio en Ixcotla fue visitado la semana pasada y aunque solo se llevaron algunos dispositivos móviles, sus familiares fueron amagados.
Por lo pronto, hay que andar siempre alertas…