La Pluma más Rápida/Columna
La gobernadora, Lorena Cuéllar Cisneros, se sumó al llamado que hizo el presidente López Obrador a todos los gobernadores de MORENA, de no desviar su atención, y mucho menos recursos, en el proceso interno del Movimiento para elegir al próximo candidato o candidata presidencial.
Anunció que exigirá a los integrantes de su gabinete que también se mantengan quietos y, por lo menos hasta el 6 de septiembre cuando haya humo blanco, deberían estar así.
Sin embargo, está visto que varios de sus colaboradores de primer nivel no van a parar en su activismo y, sobre todo los fines de semana, continuarán aprovechando el poder de convocatoria de ser funcionarios públicos para seguir promoviendo su imagen.
Por lo menos los secretarios de Gobierno y de Infraestructura son los principales ejemplos.
Aun así, lo que demanda la ciudadanía son servidores públicos de tiempo completo y que respeten los tiempos de la autoridad electoral para poder moverse.
Otros actores que tienen intenciones de escalar o mantenerse en el Senado son Dulce Silva y Ana Lilia Rivera, que abiertamente respaldan a la todavía jefa de Gobierno de CDMX, Claudia Sheinbaum; ambas quieren seguir siendo representantes populares a nivel federal y, aparentemente, no tienen muchas restricciones que digamos para hacer la promoción.
El alcalde capitalino, Jorge Corichi, está sin reparos en favor del excanciller Marcelo Ebrard, mientras que buena parte del aparato gubernamental de Tlaxcala está con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Sin embargo, todas esas especulaciones y rumores se disiparán una vez que de entre las “corcholatas” salgan el candidato o candidata oficial de MORENA, y eso será el 6 de septiembre cuándo se dé a conocer al ganador de la dichosa encuesta.
