Tus miedos ocultos…

Nada oculto para los U.V.

Con el pasar de los tiempos, los miedos se han venido modificando y peor aún éstos se han superado; los factores que han servido para inmunizar al temor y evitar debilitarlo, son alimentados por los elementos que nos rodean en nuestra vida cotidiana.

Unas preguntas muy comunes, pero al mismo tiempo muy difíciles de contestar son ¿Cuál es tu  principal miedo? ¿Cómo luchar contra ese miedo? ¿Cómo enfrentarlo, para poder tener una vida plena y sana?, las respuestas son múltiples, diversas y tan complicadas como fáciles pudieran ser, todo depende de cual sea nuestro temor… para ello,  primeramente debemos conocer la diferencia que existe entre miedo, temor, terror y fobia, cada uno de estos conceptos, tiene un significado especifico, que se adecua a en específico a cada ser humano.

Conozcamos que la  palabra miedo proviene del término latino metus. Se trata de una alteración del ánimo que produce angustia ante un peligro.

Mientras que el temor (del latín timor) es una pasión del ánimo que lleva a un sujeto a tratar de escapar de aquello que considera arriesgado, peligroso o dañoso para su persona. El temor, por lo tanto, es una presunción, una sospecha o el recelo de un daño futuro.

El Terror es  una sensación de miedo muy intensa, que se define como una perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo real o imaginario; cuando éste supera los controles cerebrales y el sujeto no puede pensar de forma racional.

Tras conocer estas definiciones podemos enfocarnos en nuestro problema, conceptuándolo según sea el caso específico de cada ser humano.

Por ejemplo en este momento el miedo y temor que prevalece en mí, se traduce en una latente y creciente angustia por desconocer cuanta gente me ha leído y cuántos de esos lectores se han identificado con este texto, pero esa alteración del ánimo, es controlable, ya que al igual que cualquier persona hemos crecido y vivimos dentro de un ambiente social que día a día, nos  enseña una nueva cara del miedo, provocado principalmente por  las noticias que se difunden a través de los medios de comunicación, quienes se encargan de expandir una información, provocando en la mayoría de la gente un temor latente, principalmente en el punto de la inseguridad, falta de empleo, el exceso de contaminación, las guerras, el abuso de parte de algunas autoridades y en esta época igualmente se incluye el tema político, provocando entre la sociedad, un temor que llega a grados de terror como consecuencia de experiencias pasadas, que no han sido nada gratificantes para la sociedad.

La sociedad vive con temor por todo y por muchos motivos, por ejemplo el miedo político, el que ha sido producto de las nefastas experiencias que nos han afectado de una u otra manera, y que se ha venido repitiendo, mejorado y aumentado al paso de los años, desde la perspectiva de los de la obediencia ante un poder tirano que desemboca en el miedo, temor y hasta pavor, lo que han utilizado algunos gobernantes hasta llegar a convertirla en una herramienta política de sumisión y tortura psicológica, ejerciendo el maltrato psicológico principalmente entre sus trabajadores, al obligarlos a votar y/o afiliarse a x instituto político.

Esta sumisión forzada por una necesidad, obliga al sometimiento que va acompañado por un sepulcral silencio, evitando hablar y expresar las molestias que persisten entre cierto grupo social, este miedo al hablar, a negar los atropellos, a desinteresarse de lo que verdaderamente afecta, logrando de esta manera que regímenes autoritarios cataloguen al miedo como un instrumento de disciplina alimentado por la sumisión.

Los miedos que nos afectan en este siglo XXI, han sido acunados desde el origen de nuestros tiempos, y actualmente se traducen en el terrorismo, el crimen organizado, fraudes cibernéticos, debemos reconocer que la sociedad actual convive entre situaciones caóticas, entre miedos y terrores, evadiendo en lo mayormente posible aquello que le provoca peligro.

Los miedos de hoy son reforzados por la manipulación que ejercen algunos medios de comunicación, quienes nos crean una opinión a conveniencia de los grupos en el poder, al saben que somos vigilados e intervenidos en nuestros instrumentos de comunicación, como medida de control, la amenaza latente de ser víctimas de los que señalan los periódicos o de ser afectados por fenómenos naturales como son los terremotos, pese a saber que en nosotros está el cambio, con solo enfrentar ese miedo, y poner nuestras ideas y opiniones en un sitio real, que lejos de seguir alimentando las partes obscuras de nuestro ser, se enfrente y luche por un mundo mejor.

Pero los miedos de hoy y de siempre cobijan al peor de todos, la muerte, el temor a dejar de existir o peor el terror al dejar de ver y convivir con un ser querido; ese es el principal temor del ser humano, según entrevistas realizadas a un grupo de vecinos, quienes en su mayoría coincidieron con este punto, colocando en segundo término a la inseguridad seguido por la falta de empleo, principalmente.

En si el miedo no es otra cosa más que la carencia de seguridad, la duda del que pasará y el  enfrentarse a lo desconocido, que provoca en mentes débiles distorsiones de la realidad, alimentado por películas, cuentos, leyendas o programas de radio y televisión, que escuchamos desde edades tempranas de nuestra vida, pero solo está en nosotros el enfrentarlo y separar lo real de lo facticio, y de valorarnos como seres humanos para alzar la voz, dejarnos escuchar y velar por nuestros intereses y nuestros derechos humanos, que se traducen en los laborales, familiares y escolares.