Bernardino Vazquez Mazatzi
Escritor y Periodista
A MORENA algunas cosas le salen mal, pero la mayoría le salen muy mal. Estos son tiempos de total incertidumbre en el partido guinda y entre sus militantes priva completa confusión, elementos estos que conducen a dirigentes, militantes y simpatizantes, al rompimiento, al rechazo, al repudio y a las derrotas electorales.
En los hechos, distinguidos personajes morenistas, líderes locales, aspirantes a candidatos y fanáticos seguidores del partido en el poder ya empezaron a romper compromisos, alianzas, fidelidades y lealtades. En voz baja o en a gritos, en privado o en reuniones con simpatizantes, las voces disidentes hablan abiertamente de que han sido usados, utilizados, burlados, y muy pocos están dispuestos a prestarse al juego sucio de quienes toman decisiones en ese partido. Se quejan de que no son tomados en cuenta y de que son desplazados por arribistas y chapulines, por lo peor de otros partidos. Y eso es cierto, dicen.
Dirigentes de partidos como Fuerza por México, Partido del Trabajo o Verde Ecologista en la practica marcan su distancia de MORENA; hablan de la 4T, del segundo piso, del reconocimiento a Andrés Manuel López Obrador y de su respaldo indeclinable a Claudia Sheinbaum, pero en términos estatales y municipales dicen repudiar a los malos gobiernos, corruptos, ineficientes, sordos, traidores a los que no les ponen nombre, apellido y rostro, pero ni es necesario…
Edvino Delgado, de los fundadores de MORENA en Panotla, profesor de alta autoridad moral y reconocida trayectoria como luchador social, se ha vuelto punto de referencia de dignidad y honor. Dijo las cosas por su nombre y se dirigió a quien acusó recibo de enterado de las duras palabras que describen a ese partido. Así evidenció corrupción, amiguismos y compadrazgos, nepotismo, intereses ajenos a la filosofía de oposición y los acusó de muchas cosas feas, pero todas ciertas.
Ese ejemplo va a cundir entre gente que se identifica como liderazgo y de un momento a otro van a anunciar su separación de MORENA. En Chiautempan, por mencionar sólo un municipio, los aspirantes a candidatos a la presidencia municipal están que echan chispas de coraje: igualmente se sienten y se saben usados, engañados, traicionados. Muchos de ellos ya no cuentan con el respaldo de quienes los apoyaban: primero se desesperaron y luego se decepcionaron, y se han empezado a ir.
A MORENA algunas cosas le salen mal, pero generalmente la mayoría le salen peor. Con personajes del PRI y del PAN ocupando importantes espacios en su gobierno y en la toma de decisiones adentro y afuera se les ocurre la brillante idea de mandar a gente destinataria de repudio generalizado a buscar la reelección. ¿En serio no entienden la realidad por la que atraviesa este partido? ¿Cuál no robar, no mentir y no traicionar?
La percepción generalizada en Tlaxcala es que a MORENA le quedó grande el poder estatal y municipal y que definitivamente no ha cumplido las expectativas que generaron las promesas electorales y el discurso demagógico. Amplios sectores de la sociedad observan el descarrilamiento de la filosofía de la 4T y comunidades rurales se sienten abandonadas, traicionados e invisibles en un gobierno que se supone, debería ser diferente y atender las demandas añejas. Cierto, no todo es igual… en algunas áreas las cosas están peor.
Desde esta perspectiva, a MORENA se le vienen tiempos difíciles y se anticipa una cascada de descalabros en las casillas a menos que… el dinero haga milagros como los ha hecho en los gobiernos anteriores de todos los partidos, colores y siglas. Porque el partido guinda, en estos momentos, se encuentra en una crisis tan profunda como merecida y de la que sólo podrá salir si la enfrenta con dinero y no precisamente mediante obras o justicia.
A los dueños de MORENA en Tlaxcala les haría bien abrir los ojos y los oídos. Habrían de darse una vueltecita por los mercados, por las tortillas, viajar en combi, escuchar las pláticas de café, para conocer lo que la gente piensa y dice de ellos. Nomás que se aguantan porque las leperadas traducidas en descripciones están muy fuertes.
Muchas de estas percepciones no son personales y estos escenarios no son visiones individuales: es la realidad y el sentimiento de la sociedad tlaxcalteca. Para los militantes y simpatizantes todo cuanto ha hecho o ha dejado de hacer la dirigencia morenista y los que toman decisiones va a tener consecuencias pues esa presunta estrategia electoral se les va a revertir.
Hay inconformidad, confusión, rechazo, repudio y enojo entre la gente de MORENA. Y para muchas cosas, ya es demasiado tarde y eso, lo saben únicamente aquellos que se sienten ignorados, usados y traicionados porque en la cúpula de ese partido todo está bien y como en el gobierno que vive en otro planeta, todo es color de rosa.
Y mientras los partidos, aspirantes y candidatos se debaten en discusiones estériles, los mismos de siempre buscan perpetuarse en el poder…