Bernardino Vazquez Mazatzi
Escritor y Periodista
Hay un ejército de sacrificados aspirantes a candidatos a cualquier cargo de elección popular que quieren, desean, anhelan, exigen y sueñan ser vistos y bendecidos por MORENA. Cual más, priista, panista y perredista hasta la médula, jura que es morenista de corazón, de hígado y bofe. Se dice fundador, iniciador, seguidor, fanático y practicante de la filosofía de la 4T. todos se creen con derechos.
Se les escucha decir fuerte y a quien los quiera escuchar o los aguante, que han sido bendecidos por el dedo supremo del presidente de la república quien, por medio de López Beltrán, de los representantes nacionales de MORENA, y de los dirigentes en Tlaxcala, que no hay marcha atrás y que son los futuros candidatos; incluso aseguran ser amigos íntimos de Claudia Sheinbaum y de Clara Brugada de quienes se dicen ahijados.
De esa forma se da una lucha sin cuartel entre grupos de diversos partidos que se creen seguros de desplazar y sepultar a los auténticos morenistas. Y no están lejos de sus ambiciones y de la realidad si, finalmente, los gobiernos morenistas están llenos de personajes chapulines y de uno que otro original morenista. Las batallas se dan hasta dentro de las tribus guindas donde hay golpes bajos, traiciones, filtraciones; es una guerra de todos contra todos.
Hay inquietud, nerviosismo, temor, confusión y dudas al interior de los morenistas genuinos. Saben que nada está escrito, que del plato a la boca se cae la sopa: nada les garantiza que les sea reconocida su fidelidad, su militancia a morena a toda prueba, que hayan sufrido en la fundación del movimiento, que hayan mostrado disciplina y trabajo… cualquiera puede ser candidato y el que lo sea, lo será por el dedo supremo, por negociaciones, por acuerdos y conveniencias a los que llamarán encuestas.
Sin embargo, no son sólo esos los fantasmas a los que están seguros, se van a enfrentar. Dicen los quieren ser que lo peor está por venir pues, aseguran, en Tlaxcala los resultados de los gobiernos municipales y estatal, el trabajo de los diputados, regidores y síndicos, no es buena carta de presentación. Incluso se atreven a decir que, a la luz de la realidad, le ha sido arrebatado el discurso y los argumentos para enfrentarse al electorado pues ya no hay cosa alguna por prometer.
En voz alta o como susurro, en confianza y en desconfianza, entre ellos y entre otros, comentan que la sociedad está molesta, incrédula y confundida porque en Tlaxcala no operan los principios de la Cuarta Transformación y que eso de no robar, no mentir y no traicionar no existe en la administración estatal ni en los municipios en los que MORENA es gobierno.
Los errores gubernamentales, que sí existen, se han magnificado por una pésima política de comunicación social y se amplifican ante la falta de una autoridad moral que guie a la raza. Cómo hablar de austeridad republicana si los electores consideran que han derroche de recursos, si no hay golpes de timón en materia de seguridad, actos contundentes para acabar con la corrupción, si las cuentas alegres no coinciden con la realidad en materia de justicia y si ven con preocupación que por momentos se gobierna por ocurrencias. Si no, pregunten a algunos munícipes.
Sí, muchos y muchas quieren y exigen ser tomados en cuenta, bendecidos, marcados por el dedo del señor, pero les preocupa no tener discurso, ni argumentos ni valor para proponer, para prometer, para convencer, para ganar voluntades; ya no les será suficiente la cara bonita ni la retórica ni la novedad ni la franquicia para sugerir un cambio y para que la gente les crea.
Con resultados como los que se tienen en algunos municipios morenistas, donde los alcaldes enfrentan señalamientos de desvíos millonarios, donde los regidores y síndicos son unos verdaderos alcahuetes y en administraciones en que se ha dejado afuera a auténticos y fundadores morenistas, se tiene casi segura la derrota en las urnas. Y esto lo dicen ellos, quienes quieren y creen que pueden.
También sugieren que no creen en las encuestas y que estas son una vil burla. Los verdaderos morenistas están encabronados porque personajes que en otros ligares se les llama adversarios o mafia del poder, aquí en Tlaxcala tienen hueso y se afianzan como futuros beneficiados de la lucha por el cambio que resultó un sueño o una mentira.
Los mismos morenistas ven venir tiempos difíciles y aseguran que las luchas internas se incrementarán conforme pasen los días y se acerquen las fechas definitorias. Aún hay mucho por escuchar y decir.