Más vivo que nunca Viacrucis en Chiautempan

El alcalde Héctor Domínguez Rugerio reportó la visita de entre 45 y 50 mil personas con una derrama económica de 7 millones de pesos y un saldo blanco hasta esta tarde.

Zhar Zuleiman

Con un escenario de heridas al rojo vivo en medio de un impresionante calor en el municipio de Santa Ana Chiautempan, miles de personas se dieron cita en las calles céntricas y así atestiguar-para muchos su primera vez-la representación de las tres caídas en el ya tradicional Viacrucis este Viernes Santo.

Considerada una de las representaciones bíblica más importantes en el país durante Semana Santa, luego de Iztapalapa en primer lugar, el alcalde Héctor Domínguez Rugerio reportó la visita de entre 45 y 50 mil personas con una derrama económica de 7 millones de pesos y un saldo blanco hasta esta tarde.

Cada vez se vive con mayor fervor la representación religiosa de la vida, pasión y muerte de Jesús de Nazareth, pues creyentes y visitantes abarrotaron las calles céntricas del municipio sarapero, quienes con gran asombro presenciaron por primera vez los flagelos como parte de una manda religiosa.

En la segunda caída en la predicada de la Parroquia de Nuestra Señora Santa Ana, el padre custodio Fray Enrique Rivera Carranco, habló sobre el problema de la corrupción que existe en México, y exhortó a la comunidad católica a no incurrir en esta práctica para generar una mejor sociedad.

Con gran devoción y fervor participaron los cientos de actores que dieron vida a los pasajes bíblicos, entre los que destacan los grupos teatrales “Proyección Juvenil”, “Jeshua” y “Nosotros por Tradición”, acompañados por Guardia Real, que realizaron un gran trabajo para mantener viva las tradiciones y costumbres de Chiautempan.

Los devotos que representaron el papel principal de Jesús de Nazareth terminaron con las espaldas ensangrentadas, por los cientos de latigazos que recibieron de los verdugos, que aunado con el intenso calor incluso desfallecieron por momentos pero cobraron fuerzas para terminar con el recorrido y su promesa.

Incluso los niños más pequeños soltaron en llanto por las fuertes escenas que representaron tres grupos en un recorrido de 5 kilómetros, mientras que la gente se cuidaba que los pegaran los verdugos con los azotes.