Gerardo Santillán
Concebida allá por el 2001 como un lugar para exponer la riqueza artesanal local y detonar la economía de los creadores, la Plaza del Artesano de Chiautempan cumple más de 20 años en el abandono.
Ubicada sobre la Vía Corta Santa Ana – Puebla, a unos metros del Mercado Nuevo, se ha consolidado como un “elefante blanco” que solo ha representado un gasto – que se estima en 25 millones de pesos – y ningún provecho.
De hecho, el inmueble que consta de 69 locales permanece cerrado, sucio y cada vez en condiciones más deplorables. Solo los domingos tiene la utilidad de servir como estacionamiento.
Desde la administración del priista René Lima Solís, las que han pasado y a la fecha, no se ha hecho nada por intentar siquiera recuperarla. Solo recientemente, la alcaldesa, Blanca Angulo Meneses, brevemente declaró que “estamos en revisión de esa plaza porque muchas veces sale más caro rehabilitarla y tenemos que dar tiros de precisión en estos tres años”.
Lo que es un hecho es que, con el trazo del puente del Libramiento Tlaxcala, el inmueble quedó prácticamente aislado sobre la carretera lateral de Tepetlapa que impediría un arribo importante de clientes. Únicamente los domingos, precisamente por el tianguis, tendría alguna posibilidad de aprovechamiento.
En teoría, la Plaza del Artesano forma parte del patrimonio del patronato “Antonio Díaz Varela”; sin embargo, solo ha sido un barril sin fondo y se mantiene en el abandono.
Inclusive ha sufrido robos desde láminas y fierro viejo, hasta de un transformador eléctrico en su momento, acumulando basura y en total oscuridad.
