¿Marcelo o Claudia?

Bernardino Vazquez Mazatzi

Escritor y Periodista

Contrario a lo que se diga, se escuche o se quiera, la lucha por la candidatura a la presidencia de la república, por parte de MORENA, es sólo entre Marcelo Ebrad Casaubón y Claudia Sheinbaum Pardo. Estos dos políticos puntean las preferencias o las encuestas. El tercer lugar sería para Ricardo Monreal Ávila y Adán Augusto López Hernández estaría muy lejos de la aceptación entre militantes, morenistas o no. Esa es la percepción general.

Y aunque se quiera negar, el ex canciller mexicano va adelante en las preferencias, aunque las encuestas o la cifras o las estadísticas digan otra cosa. Para nadie es creíble que en los estudios demoscópicos esté hasta 20 puntos abajo de la ex jefa de gobierno de la ciudad de México. No es misoginia, ni filia política, ni simpatía por o antipatía por alguien. Así lo muestra la lógica.

Unas cifras medianamente creíbles de la posición de ambos punteros sería que Claudia Sheinbaum estuviera dos o tres puntos antes que Marcelo. Ahí cabría la esperanza o posibilidad de que, si lo alcanza, podría remontar. Pero eso es más deseo que otra cosa.

De alguna forma eso es lo que ven los analistas objetivos, ajenos al apasionamiento, alejados de la alabanza política y sin necesidad de caerle bien o mal a alguien.

Pero también esos analistas objetivos saben que en política no hay nada escrito y que no hay sorpresas, sino sorprendidos. Saben que el capricho del presidente Andrés Manuel López Obrador de dejar a la primera presidenta de México sigue vigente y más fuerte que antes. Sí es así, entonces no importa que haya otro aspirante por encima de la dama: llegado el momento la orden se dará y se destinarán todos los recursos económicos y humanos para, primero, hacerla ganar la encuesta, luego hacerla candidata a la presidente y finalmente hacerla ganar.

En respuesta a la pregunta de quién debería ser el o la candidata de MORENA a la presidencia, la gente dice que quien tendría que ser quien lleva el nombre de Marcelo. Y exponen sus argumentos. Y no, no minimizan la capacidad de Claudia, no denostan su trabajo o preparación y mucho menos se pronuncian en razón de género. Hay una opinión objetiva, madura y consciente que nada tiene que ver con que sea hombre o mujer, sino pensando en el país, en el futuro de México. Sí, puede ser el momento de la mujer, este sector tiene más que derecho y merecimientos, pero no están dadas las condiciones, no por ahora.

MORENA debe tejer fino para no abrir heridas, consecuencia del proceso para elegir candidato a la presidencia de la república, cosa que va a ser muy difícil. Ricardo Monreal se ve en la jefatura de gobierno y Adán Augusto en cualquier lugar, pero no en un papel central. Pero de cualquier forma, se abrirán frentes por inconformidades injustas. Cualquiera que sea el resultado de la encuesta, confiable o creíble o no, va a provocar divisiones, aunque claro, no tan graves como en el PRI.

Tras los resultados de la encuesta las cosas en los estados se reacomodarán y muchos caerán de la gracia de los gobernadores en turno. Y es que muchos neomorenistas y expriistas incrustados se movieron antes. Y van a quedar encuerados luego de saberse quién será el bueno o la buena. Muchos acertarán y se fortalecerán en sus sueños y ambiciones futuras.

Las giras de proselitismo de los cuatro fuertes de MORENA a las entidades sirven como catalizador para entender por dónde se mueven los intereses de los políticos de todos los partidos y de todos los niveles. Ya hay actos de rebeldía o de clara intención de a quién van a apoyar y eso, ha hecho enojar al gobernante en turno. En Tlaxcala hay personajes distinguidos del partido en el poder que ya se abrieron a la simpatía de alguien y eso, no se ha visto muy bien por quien o quienes desean tener el control de las voluntades generales e individuales. De cualquier forma, quienes ya han declarado su abierto apoyo a Marcelo, Claudia, a Adán o a Monreal, han hecho bien.

Por lo que respecta al PRI… bueno, no hay ni por dónde empezar… O mejor ni hay que decir algo si no hay nada bueno qué decir… A menos que se le eche sal a la herida. Su dirigente nacional da vergüenza y pena, provoca extraña tristeza y sobrada lástima.

Lo cierto es que México necesita y merece una oposición fuerte, madura, participativa. No nos sirve así, no contribuye en nada a la democracia y al desarrollo del país. De esta alianza PRI, PAN y PRD esperamos una buena candidata o un excelente opositor a MORENA; ojalá no sólo sean buenos deseos.

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