Magia y misticismo, en el arte del escultor Javier Ramírez Reyes

Irma Carolina Campos

El trabajo de escultor es un reto, un compromiso y una satisfacción, dice el artista plástico Javier Martínez Reyes, originario de la Magdalena Tlaltelulco. Con apenas diez años de experiencia pero con una enorme producción escultórica, el joven creador de verdaderas obras de arte en yeso cerámico está plenamente convencido de que la mayor recompensa al esfuerzo y entrega es la fascinación con que el espectador contempla el resultado de la habilidad y la imaginación hecha realidad.

El máximo pago que puede recibir el creador de arte es el reconocimiento del público al talento y la capacidad imaginativa hacia quien con sus manos moldea, produce, colorea, da forma, perfecciona y entrega el producto a la vista del crítico que disfruta de las formas, las texturas, el mensaje y contenido de una pieza que antes de la intervención del maestro era materia inerte, muda, amorfa.

Y no obstante el valor, belleza y perfección de su producción, la obra de este creador no se encuentra en las galerías del país, ni siquiera en exposiciones en el estado de Tlaxcala, se encuentran en los templos católicos de la región, en los retablos restaurados, en imágenes religiosas dentro de los hogares de la zona centro de la entidad, en las figuras propias de las fechas del calendario como nacimientos decembrinos, o en figuras de todos santos y Semana Santa entre otras; el trabajo de Martínez Reyes tiene un objetivo, un destino… es de utilidad.

Entrevistado en su taller de la calle 5 de mayo del barrio de Tecpa Morales, el joven restaurador presume su obra en los ángeles atriales de la parroquia de Tlaltelulco. Y habla con orgullo de su participación en la restauración de muchos retablos en la región, pero sobre todo, hace alarde de la confianza de la gente al encargarle obras específicas como imágenes de la Virgen de Guadalupe, de la Virgen María, réplica de la figura gigante de Chignahuapan, Puebla, o de pequeñas esculturas o bustos por encargo.

También se siente orgulloso de su pasado y con humildad habla de su paso por otros nobles trabajos como la albañilería. Recuerda sus épocas de estudiante y sus primeros intentos por convertirse en un especialista en la escultura. Dice que no fue fácil, que incluso no creyeron que podría salir adelante y que con el tiempo, viviría de su pasión y creatividad.

A Javier Ramírez Reyes se le puede encargar cualquier tipo de escultura en casi cualquier material, con la seguridad de recibir una obra de arte, con la garantía de que esa pieza lleva el amor, la pasión y la imaginación de un artista. Se da tiempo para atender solicitudes de urgencia. Y se le puede llamar al teléfono 222 191 83 64, o encontrarlo en su domicilio donde tiene su taller de escultura y restauración “Lupita” en el barrio de Tecpa Morales, en La Magdalena Tlaltelulco.

Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button
WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com