Columnista: Gilberto Flores Maldonado
Causó revuelo para ciertos sectores de la opinión pública, pero sobre todo para la hoy oposición en el país la eliminación de los fideicomisos.
¿Realmente son necesarios?, para poder ampliar la información y poder tomar una postura es importante conocer un poco mas de este instrumento.
Los fideicomisos están formados por distintas entidades que pueden ser privadas, publicas, federales o locales. Razón por la cual se dificulta el rastreo del ejercicio de los recursos y el acceso a la información.
La información sobre fideicomisos públicos se encuentra dispersa entre distintas entidades, sin formato de datos abierto, fragmentada, no es accesible y no maneja un lenguaje ciudadano.
El 93% de los recursos disponibles es equivalente a 905 mil millones de pesos, mismo que no cuentan con controles de vigilancia. Dicho monto equivale a 15.5 % del Presupuesto de Egresos de la Federación de 2019.
60% de las solicitudes de información no se responden o la información es declarada como reservada o inexistente. El otro 40% son respondidas apenas de manera parcial.
Es importante mencionar también que:
La información publica de los fideicomisos solo son montos generales de sus ingresos y egresos.
Los fideicomisos no publican información desagregada de los pagos que realizan, los estados de cuenta ni de las contrataciones que hacen.
La información sobre la toma de decisiones y el ejercicio de estos recursos sólo es accesible para la SHCP y la ASF
Por otra parte, haciendo memoria para aquellos priistas que se rasgan las vestiduras y hoy condenan la extinción de los fideicomisos. De diciembre de 1982 a junio de 1992, en los sexenios de Miguel de la Madrid y Carlos Salinas se le dio fin a 235 de ellos. Mientras que durante los gobiernos panistas de Fox y Calderón los fideicomisos crecieron en lo obscurito.
Un ejemplo de lo perverso que pueden ser los fideicomisos públicos es la triangulación de fondos que se dio entre la Lotería Nacional, el fideicomiso público “Transformar México” y la organización “Vamos México” para beneficiar a la fundación de Martha Sahagún, esposa del ex presidente Vicente Fox. Y como este muchos más.
La realidad es que debido a la falta de transparencia se toma la determinación de eliminarlos, pero, además. Contrario a lo que la oposición y demás comentocratas acusan sobre que existirá una desatención de las actividades que se realizan con esos fondos. Los recursos se asignarán vía partidas presupuestales como generalmente ocurre con el dinero público siendo de manera más directa que el recurso llegue a donde debe llegar.
Quienes defienden con tanta fuerza el manejo discrecional de los recursos en los fideicomisos han emprendido una campaña para que se vea a la eliminación de estos como un atentado contra el deporte, la ciencia, la cultura entre otros.
En realidad, lo que se busca es terminar con la opacidad y privilegios que como se ha expuesto, tiene molesto a ciertos grupos que ven diezmados cada vez más sus privilegios. Esos que se construyeron con complicidad en otras administraciones.
