Lo positivo de la práctica religiosa y espiritual

RODRIGUEZ MALDONADO, J.J.R; ARANA HERNANDEZ, Ma. S; ROCHA PEREZ, Ma. DE LA LUZ.

INTRODUCCIÓN.

A la sorpresiva y amable invitación de nuestra amiga la psicóloga Martha Verdugo para participar en una sesión online y compartir algunas ideas sobre “el poder sanador de la espiritualidad: impacto en la salud y el bienestar” el día 06 de mayo del 2024 con asistentes locales, nacionales e internacionales (Tlaxcala, México; California, EU). Decidimos participar y cooperar con datos y observaciones de campo al respecto de este indisoluble tema y tipo de práctica religiosa en el actual contexto bio-psico-social-económico-religioso.

Con la elaboración previa de un mapa mental para organizar las ideas y contenidos a compartir en esta retadora charla, hoy la reproducimos a manera de texto para ustedes estimados lectores de ojoaguila.com

¿DEUS, DIOS, MI SER SUPERIOR O QUIÉN?

El vocablo DEUS es una expresión que proviene del imperio romano para nombrar a su amplio panteón de dioses y diosas (politeísmo) y solicitar su intervención y ayuda en el mundo natural y humano, con enseñanzas y valores éticos, el cual llega hasta el encuentro y tragedia en el reino israelí con el rey Herodes I el Grande y los sucesos con Jesús de Nazaret y su posterior caída con la adopción del cristianismo.

El cristianismo surge en Judea, provincia romana en el siglo I D.C. y su fundador es Jesucristo. En el año 313 D.C. Constantino el Grande y Licino, ambos gobernantes del imperio romano, firmaron el edicto de Milán, mediante el cual se tolera el cristianismo, y pasan los seguidores de Jesús, de ser considerados un peligro para el estado, a no serlo más y poder practicar de forma abierta y libre su religión.

La iglesia católica se funda en el año 325 D.C. por el emperador Constantino y es el 27 de febrero del 380 por un decreto del emperador Teodosio que se decreta al cristianismo como la religión exclusiva del imperio romano.

Y LUEGO, TOMAR UNA DECISIÓN.

Si una persona considera que no es necesaria una relación con su ser superior, porque son suficientes sus habilidades personales, no existirá evidencia alguna para que piense y haga lo contrario, objetará que esta energía superior no existe y no la necesita en su vida, así como una infinidad de argumentos para demostrar la no existencia de la misma y su nula utilidad.

En contraste, la evolución del planeta, del sistema solar, del universo y los universos conectados a éste, seguirá su dinámica, es decir, no se detendrá por tal decisión.

En casos registrados con nombre y apellidos (omitiremos para salvaguardar identidades) donde ya se tuvo o tiene una experiencia en el tema de su salud física y, la clara limitación de la llamada ciencia médica, la cual transforma a la persona en un cliente cautivo, fuente de recursos económicos hasta su último centavo o su muerte (lo que ocurra primero), pensará y asistirá a una institución o edificio religioso y establecerá una relación y diálogo con esta energía superior y, sin lugar a dudas llevará su práctica privada en casa para comunicarse con su creador y formador.

Los expertos y sabios nos alertan de una lucha constante al practicar una liga íntima con el ser superior. Convertirse en un activista de una determinada propuesta, es un esfuerzo de largo aliento o convertirse en un extremista religioso, el cual condena y aísla al resto del planeta por no ser y hacer como él lo hace.

UNA PREGUNTA TORAL.

¿Dónde está el creador y formador, la luz, el ser superior? Sin duda, esta pregunta se hace la persona que desea iniciar este estilo de vida, que por supuesto lleva consigo entre otros beneficios: de pasar y dejar de ser animal racional, evolucionar y pasar a ser persona y luego ser humano, para estar consciente y poner en práctica su inteligencia y pensamiento crítico.

A esta pregunta, la respuesta dada por los sabios de la torá: está donde lo dejan entrar, y lo buscan. Al aceptar su existencia y la necesidad intrínseca de la persona, estará en su vida y en sus acciones diarias. Aunado a cultivar su relación personal cada día.

TORÁ Y CABALÁ.

Expertos como Sabán (2024), nos sugieren que el creador del universo ha colocado una semilla del Mashíaj (salvador y libertador esperado) dentro de cada ser humano que Él ha creado, para que se rescate a sí mismo, sin ningún tipo de intermediario, nadie vendrá del exterior de cada ser humano a salvarlo.

Antropólogos, Historiadores, estudiosos de la religión (Teólogos), Biólogos, Ecólogos, Sociólogas, Educadoras y Diseñadoras gráficas e Ingenieros en sistemas  coinciden que la Torá hebrea está constituida por cinco libros: Bereshit (génesis), Shemót (Éxodo), Vaikrá (levítico), Bamidvar (números) y Devarím (Deuteronomio), lo que se conoce como el pentateuco (cinco libros). Este conjunto de textos sagrados corresponde a la Torá escrita, Jumash en hebreo y se completa con la Torá oral (estos documentos contienen la Halajá-ley judía, Musar-crecimiento personal, Cabalá-Mística judía, Midrashim-Relatos explicativos, y la Hagadá-Filosofía judía), así como el estudio y práctica de la Cabalá.

Como en todo estudio existen diferentes niveles de dificultad. Para los estudiosos de la Torá, radica en poner en práctica lo estudiado en la cotidianeidad. Se auxilian ahora por el pensamiento crítico, cuyo origen se remonta a la Grecia clásica y el desarrollo de la filosofía griega.  Esta herramienta y su práctica constante es un elemento poderoso en este momento del tsunami de información falsa, no comprobada e imprecisa que nutre a la internet.

EN EL DíA A DÍA.

Fé en castellano, emuná en hebreo proviene de la palabra imun que significa entrenamiento, por lo tanto, tengo confianza en mí entrenamiento. En este tenor, escucho a expertos y estudiosos de la Torá afirmar que la fé se fortalece y se cultiva cada día. Mi relación con mi ser superior, palabra que emplean los miembros de Alateen y Al-anon de los grupos doble AA la debo cultivar como una relación que me interesa tener y mantener.

Para escépticos, éstas reflexiones podrían vivir en una nube en la atmósfera alta del planeta o en algún planeta del sistema solar ya que les resultan estériles. Como una estrategia o mecanismo de control para tontos que no piensan. Para una mente no pensante esta es la verdad, como ya fue escrito y en contraposición el sabio comprende.

Este mecanismo de control ha resultado tan y muy eficiente en el área académica y científica, que, al no practicarla, convierte a los seres pensantes y los entes que practican este sistema de conocimiento y creencia basada en evidencias, en un grupo de cavernícolas ignorantes y fuera de moda.

Para superar los establos instaurados del control y las iglesias de edificio han aplicado y aplican hasta este día de manera perfecta. Los estudiosos de la Torá, el Midrash y la Cabalá hablan de la práctica de la espiritualidad.

Esta práctica se cultiva cada día, demanda un cambio de actitud, de mí actitud y retomar una nueva forma de vida, al desaprender todo lo viejo y estéril y empezar a aprender nuevamente.

EFECTOS POSITIVOS SOBRE EL CUERPO DEL ANIMAL-RACIONAL Y UNA PRÁCTICA ESPIRITUAL.

En diferentes estudios realizados para evidenciar una influencia y/o impacto positivo medible en el cuerpo humano como resultado de una práctica espiritual y/o religiosa podemos mencionar los órganos del cuerpo humano donde se ha medido u observado un impacto positivo.

La mente resulta más atenta y la persona más alegre, más generosa y con mejoras en su sistema inmune.

La mente se ha encontrado conectada a la salud y al bienestar general de la persona, ya que una práctica espiritual-religiosa le da un propósito a la mente y un mayor significado a la vida.

Mediante esta práctica la mente está más consciente del momento presente (aquí y ahora), el agradecimiento crece por lo que se tiene de manera física y no física, aquello que es palpable y lo que no.

El practicante percibe una mayor satisfacción en la vida, y menor sentimiento de ansiedad y menor depresión, sin que desaparezca de forma intermitente.

Se observa desde el exterior más generoso y por ende una mayor salud física, así como una mayor empatía.

Al presentar una presión arterial baja presenta un menor riesgo de enfrentar enfermedades cardiacas.

EFECTOS EN MENTE Y CUERPO.

Los expertos e interesados en este tema y en el tema más amplio de los efectos de una práctica religiosa y; una práctica espiritual y sus efectos en la salud, lo han hecho desde la mitad del siglo XX.

Las investigaciones de estos especialistas se han centrado en la relación y afrontamiento y mejora con: estados de ánimo más positivo, satisfacción a la vida, superación del tabaquismo, recuperación frente al alcoholismo y a drogas en general, control de la tensión arterial, pronóstico de cáncer, reducción de ansiedad, alivio de la depresión y de eventos estresantes en general como herencias mal repartida, culpas de haber actuado precipitadamente, y más.

REFLEXIONES ACTUALES.

Al preguntar de manera directa a las y los participantes de una práctica religiosa y/o espiritual en torno a siete días de oraciones después del sepelio, las diferentes percepciones hablan de efectos positivos en identificar a las emociones personales y su posterior gestión para evitar auto juicios.

Sentirse en paz y más cómodos que antes de realizar esta actividad, así como una mayor confianza y auto estima.

Mejorar la comprensión-valoración del enigma de nacer-morir y valorar los aspectos cotidianos que le dan un sentido positivo a cada día y la aventura llamada vida.

Valorar y reconocer los aspectos positivos y acciones de una persona y su posterior ausencia física.

Recordar y retomar actividades realizadas en la niñez, abandonadas de manera consciente y retomar y mejorar esta práctica en edad adulta, identificando sus beneficios mentales y corporales como paz, descanso y relajación.

En otro entorno de la realidad, la puesta en práctica de unas bases generales religiosas y unirlas de manera personal a una práctica espiritual, para decidir rutas de acción, ayuda a enfrentar un divorcio, mantener a dos hijos, realizar una actividad económica para la manutención de la nueva familia y auto gestionar emociones y convertirlas en acciones positivas.

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