Libertad para Keren, sobreviviente a tortura y discriminación de género, exige la OMCT
Se la Organización Mundial Contra la Tortura se pronuncia sobre la injusticia que prevalece contra esa mujer

Keren Ordoñez, de 29 años de edad y originaria de Veracruz, lleva más de 9 años injustamente encarcelada en Apizaco, Tlaxcala.
En diciembre de 2015, todavía convaleciente por un parto por cesárea, Keren y su hija recién nacida fueron detenidas por policías ministeriales de Tlaxcala y de la entonces Policía Federal.
Los agentes le quitaron a la bebé de sus brazos y apuntándoles con armas las subieron a un vehículo oficial sin explicarles el motivo de su detención. Durante las siguientes 11 horas, Keren fue sometida a golpes, asfixia y amenazas de lastimar, matar o desaparecer a su hija, a quien mantuvieron en “calidad de detenida” a pesar de tener días de nacida.
Durante ese tiempo, se obtuvieron las pruebas ilícitas que hasta hoy son utilizadas para mantenerla en prisión, entre las que se encuentra una declaración en la que Keren se incriminó de participar en un secuestro.
Keren no contó con una defensa adecuada. Las autoridades ignoraron la situación de vulnerabilidad en la que se encontraba Keren al momento de ser detenida, tomaron en cuenta las pruebas obtenidas mediante tortura y se basaron en estereotipos de género para dictar una sentencia en su contra de 50 años de prisión.
Desde 2021, el Centro Prodh y la ONU-DH han documentado y acompañado su caso. Gracias a un amparo que Keren obtuvo a su favor, un Tribunal Federal ordenó reponer su proceso; por lo que ahora hay una segunda oportunidad de que el Poder Judicial de Tlaxcala juzgue con perspectiva de género, tome en cuenta las irregularidades y las graves violaciones a derechos humanos de las que fue víctima y dicte una sentencia absolutoria para que ella consiga su libertad.
Por esta razón pedimos:
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Que la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Tlaxcala revoque la sentencia condenatoria en contra de Keren que le impuso una pena de 50 años de prisión y, en su lugar, dicte otra en la que le devuelva su libertad, por falta de pruebas suficientes en su contra y con base en su obligación de juzgar con perspectiva de derechos humanos y de género.