Largo desfile de suspirantes 

Bernardino Vazquez Mazatzi

Escritor y Periodista

En estos días de pandemia, por todo el territorio tlaxcalteca deambulan personajes conocidos y desconocidos ofreciendo solución a todos los problemas nuevos o añejos, criticando a los pasados y actuales gobiernos de cualquier nivel y vendiéndose como la maravilla política y administrativa , la que va a sacar de la miseria a la sociedad. Son gente que nunca o casi nunca ha hecho algo por su pueblo, o que es rechazado por la sociedad pero se vende ahora con otros colores y siglas y desde luego, con nuevas promesas.

Hay en cada municipio, colonia, pueblo y partido político suficientes aspirantes como para registrar una por cada cuadra y que se dicen ya candidatos oficiales a quienes se les buscó y hasta se les rogó para aceptar una postulación y por lo tanto, ahora tienen que sacrificarse y sufrir un hueso pues el destino los colocó donde pocos pueden llegar y a donde muchos luchar por estar.

En la arena política, como  nunca antes, se puede ver una extraña y ofensiva mezcolanza de colores y siglas, un revoltijo de rostros e historias o una maraña indescifrable de ideas, propuestas y opiniones que seguramente poco tienen que ver con la realidad o la necesidad del pueblo o con las expectativas y anhelos de una sociedad harta de lo mismo y de los mismos.

He dicho siempre que un cambio no puede lograrse con los mismos y resulta que son esos mismos los que están ofreciéndose como salvadores y mesías. A muchos su pasado los condena, los señala y les debería impedir volver a salir a escena, pero precisamente, porque se saben imposibilitados por la historia para repetir sus tropelías, es que hacen acto de presencia pero no para ser, sino para negociar.

Al decirse enviados de la dirigencia nacional o estatal, al llamarse insustituibles y necesarios en las contiendas electorales y en los triunfos, logran embaucar a uno que otro vecino o grupo y luego venderlo y venderse en una negociaciones que como quiera que sea, siempre será mejor que quedarse en el limbo político por tres o seis años.

Por todo el territorio tlaxcalteca hay quienes se dicen destinatarios del dedo presidencial morenista y explican con detalle que fueron llamados palacio nacional por el mismísimo AMLO y que les encargó abanderar las aspiraciones del sufrido pueblo tlaxcalteca. Así es que con esa falsa recomendación buscan atraer la atención de MORENA o de otros partidos para alcanzar una candidatura del nivel que sea.

Priistas, panistas, perredistas y de otros partidos, en este momento, navegan con dos banderas esperando una señal clara o un rechazo definitivo. El tiempo pasa y los consume la ansiedad. Los MORENA se cierran a los intrusos y quieren para ellos todo el pastel que quiérase o no, es ese pastel el único que ofrece reales posibilidades de victoria. Los otros partidos, todos lo saben, padecen la animadversión casi generalizada y hasta amenazan con unirse en bola para ver si así obtienen al menos algo, poquito, en qué entretenerse.

Así como el panorama es confuso y nebuloso para unos, o para muchos, para algunos, los que dicen que saben y creen no equivocarse, todo es más claro que el agua del rio Zahuapan. Leen en el mensaje de AMLO que MORENA como partido ya terminó, que ya cumplió el objetivo de dar el triunfo para la presidencia de la república. Que ahora lo nuevo es la 4t, de donde habrá se surgir la nueva sangre de políticos probos, nuevos, sin cola para pisar, sin pasado oscuro y sin una brizna de argumentos para criticarlos, juzgarlos y sentenciarlos.

Por eso algunos pocos que ahora se promueven, podrán pasar. En reuniones de morenistas identificados más con la 4t, se ha dicho: quien no reúna los nuevos requisitos, por favor, que ya no se presente en la siguiente reunión. Así, los pocos que van quedando son caras nuevas, jóvenes sobre todo, sin pasado aunque sin experiencia, gente de probada honradez y con proyecto posible.

Por eso algunos analistas serios se atreven a ver más hacia Huamantla cuando de la gubernatura se habla y hacia muchos muchachos para los ayuntamientos. Son tiempos nuevos, aunque muchos lo nieguen, o lo ignoren o lo rechacen.

Por lo pronto, habremos de seguir padeciendo el desfile de suspirantes y anhelantes individuos e individuas ofreciendo las joyas de la corona real a los incautos que se dejan atrapar por el canto de las sirenas.

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