La poesía y la música en el Movimiento Antorchista, dos armas para la transformación de la sociedad

Carlos Noé Sánchez Rodríguez

Desde que nació el Movimiento Antorchista, hace ya 42 años, ha sido atacado de los peores crímenes individuales y colectivos, de todos los delitos que se puedan imputar a los grupos y organizaciones con todas las intrigas imaginables, se han utilizado todas las perfidias que la sociedad ha creado y se ha enlodado a sus principales dirigentes con toneladas de estiércol, y sobre todo se ha negado, ocultado y defenestrado sus grandísimos méritos en la formación de una nueva sociedad, que es por lo que realmente lucha.

Pero los detractores del antorchismo no han logrado detener su crecimiento, consolidación y fortalecimiento de la organización de las inmensas capas trabajadoras de la sociedad mexicana, y cada vez más se va distinguiendo, con toda claridad, que quienes atacan al Movimiento Antorchista son los verdaderos enemigos del progreso y defienden a los que tienen privilegios, canonjías y beneficios del estatus social actual, y que han hecho de nuestra sociedad una de las más atrasada, ignorante y desigual del mundo.

El Movimiento Antorchista dirigido por el Ing. Aquiles Córdova Morán, uno de los hombres más cultos de México, como advierten los intelectuales que conocen su obra teórica y sobre todo su obra social, ha logrado educar y formar a hombres y mujeres totalmente nuevos a través de la ciencia y la cultura, aplicando y rescatando lo más sublime que la humanidad ha credo en las diferentes artes, como la literatura, la música, el teatro, la danza y la pintura, pero no sólo para disfrutarlas como lo harían los hombres que presumen de “cultos”, para sí mismos o para las capas más adineradas de la sociedad, sino para conocer como es el pueblo trabajador, quien con su acción, su sufrimiento y su trabajo crea el arte en su expresión más profunda, polifacética y progresista, pero que después le pasa como a todos los trabajadores que por su situación económica y social no son los que disfrutan lo que crearon porque ya les pertenece a los privilegiados. Por lo que devolverle poco a poco al pueblo trabajador tanto lo que produce, como el arte y la cultura, es el objetivo del Movimiento Antorchista.

Y como muestra basta un botón. En la organización Antorchista se privilegia el estudio a fondo de la ciencia y para ello se trata de implementar en las escuelas que el movimiento crea, el estudio más profundo de la ciencia a través de métodos más acordes con la realidad, pero sobre todo con maestros influidos por la lucha por mejorar la educación. Se han iniciado desde hace tres años los clubes de matemáticas y el concurso nacional en los diferentes niveles escolares de la llamada Espartaquedas de Matemáticas, y está por comenzar la de lengua nacional. En todos los ámbitos de influencia del movimiento se practica la danza y el baile folklórico del mundo y se convoca a concursos regionales, estatales y nacionales, y como resultado de ello se tiene ya un ballet nacional con los mejores bailarines, desde luego hijos de campesinos y obreros, que es un verdadero espectáculo admirado por el pueblo, porque se presentan en los múltiples eventos que realiza la organización, al mismo tiempo existen ya cientos de grupos de danza que el pueblo disfruta. En Antorcha se practica, se ejecuta y se brinda verdaderas audiciones de música en la voz de

los mejores cantantes del pueblo y los que así lo desean se integran al Grupo Nacional de Música, donde educan su voz en las mejores escuelas del país, por eso cada año se cita en la ciudad de Pachuca al concurso denominado Voces donde se descubren verdaderos talentos. En el Teatro es ya clásica la referencia del Concurso Nacional antorchista, que se celebra cada año en la ciudad de San Luis Potosí, y donde acuden decenas de los grupos más interesados en el teatro clásico, culto y educador en contradicción del teatro frívolo que acostumbran las compañías comerciales.

Pero este fin de semana pasado se celebró en la Ciudad de México dos acontecimientos sumamente importantes en el ámbito cultural del antorchismo y que tendrá enorme influencia en la lucha por rescatar lo mejor del arte para educar y concientizar a las masas trabajadoras del país, el día sábado 28 de mayo se celebró en uno de los auditorios de edificio Expo-reforma el Concurso Nacional de Declamación, en este evento hubo más de 150 declamadores de todo el país, lo importante y diferente de este evento es que aquí se recitaron a los mejores poetas de México y del mundo quienes por su profundidad, por la belleza de sus tropos, visión, filosofía y enseñanza, son mundialmente reconocidos, pero que también expresan sus poesías una perfecta y estudiada forma de rima, ritmo y medida de tal manera que son ya inmortales, pero que mucha gente los desconocen porque la poesía es una de las artes que la burocracia educativa y la sociedad actual ha olvidado, pero los cientos de asistentes verdaderamente gozamos, ahondamos y reflexionamos con las verdaderas cátedras magistrales que el Ing. Aquiles Córdova Morán nos hizo conocer, al analizar a los diferentes poetas de todo el mundo así como su importancia en la literatura mundial y en la visión de un mundo nuevo. Eventos de esta naturaleza son casi únicos en la cultura nacional, pero además tienen una importancia vital al ser escuchadas por cientos de jóvenes artistas y activistas del antorchismo nacional, que están educando al pueblo a través de la lucha diaria.

El otro importante evento de este fin de semana, 29 de mayo, fue la conferencia que impartió el Ing. Aquiles Córdova Morán en el Polyforum Cultural Siqueiros, ésta versó sobre la historia de la Música, y no sólo fue una narración histórica de la música sino sobre todo su origen y sus efectos sociales, ya que la música denominada culta tuvo su origen en la música popular, y en su largo recorrido de esta también da origen a los distintos géneros conocidos hasta hoy, en fin, una verdadera exposición clara, profunda y objetiva de la importancia de la música como una expresión del espíritu humano y de una riqueza amplia y variada, que todo aficionado en serio a este arte debe conocer para no quedarse en los monótonos y enajenantes ritmos que nos ha impuesto la industria comercial moderna.

En Antorcha, la música y la poesía, son dos armas fundamentales para detener la influencia extranjerizante sobre todo en los jóvenes y rescatar la belleza y profundidad del arte popular, que muestran con toda objetividad la capacidad del pueblo para desarrollar nuevas formas del espíritu humano que hagan de los mexicanos un pueblo noble, progresista, y fuerte que agregado a su laboriosidad y estoicismo haga de nuestra patria una nación justa y progresista, que es lo que quiere el Movimiento Antorchista.