POR: Mario Alberto Macías Palma
Vaivén en MORENA; ¿Remesas honestas?; Tlaxcala segura
INCERTIDUMBRE MORENISTA
Tanto de un lado como del otro, los morenistas puros, puristas y los neos, advenedizos siguen sin ver la luz al final de túnel.
¡Pues claro! Falta tooodo el 25 y la mitad del 26 para que esa luz deslumbre a unos y deje ciegos a otros.
De un lado, los cobijados por el Poder local, o sea los funcionarios de los tres poderes, la burocracia dorada y mandos medios, en defensa de sus privilegios y nómina respectivamente, se ciñen a la ruta marcada por el “lorenismo” mimetizado con el “Anayismo”.
Por otro lado los morenos de cepa, un tanto decepcionados porque no llega la limpia de arribistas prometida por el Morena Nacional, ni por el gobierno federal que sigue dando premios a neomorenistas y no a los militantes leales a los “principios” obradoristas.
Sin embargo, se mantienen en la corriente que genera el “Riverismo” -de Ana Lilia, no de Carlos el cantante- de alegar el despertar del pueblo, del convencer al ciudadano de cambiar de verdad, de contarle un réquiem al priismo camaleónico del que Tlaxcala no ha podido salir.
De concretarse los nombramientos en las delegaciones federales con gente como Maricarmen Ramírez García en Gobernación o Alejandra Ortiz en Infonavit, aunado al de José Luis Garrido en SEP, sería un golpe durísimo a “los puros” que esperaban de la presidencia de la República un contrapeso al poder de la gobernadora.
Tampoco cumple su promesa la dirigencia nacional de Morena en el sentido de que “es tiempo de los fundadores”, pues contrariando las palabras de Luisa María Alcalde, Andy López Beltrán se dobla ante la mandataria y es él quien acude a afiliarla a “su casa” -Casa de Gobierno- dejando el discurso de la lideresa pronunciado en Tlaxcala en pura demagogia.
La corriente Riverista funda su esperanza en testimonios de qué en reuniones “a puerta cerrada”, Marcela y Alfonso “son marginados”, pero en los hechos Lorena Cuéllar sigue amarrando posiciones en dependencias federales que le permiten operar electoralmente y en su momento contrarrestar un “dedazo” central a favor de Ana Lilia.
Como hemos dicho aquí en este espacio, que el tiro es cantado para el 2027 y, como ni el alcalde ni la senadora la tienen segura aún, los indecisos están en un vaivén político que los puede dejar fuera o les puede abrir la puerta como fieles de la balanza.
PLUMAZOS…
Presión o solo ruido, pero otros actores están a la expectativa, mientras otros y otras se bajan.
Oscar Flores, secretario de Finanzas del Estado de México, se sube con dos aspectos a su favor: los recursos y su posición de privilegio en el sólido grupo obradorista.
Carlos Augusto Pérez se sube con su recién integración al gobierno federal en la categoría de delegado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en Tlaxcala.
Raymundo Vázquez Conchas, se sube con su activismo en San Lázaro, quien se ha sabido colar entre los múltiples diputados federales, pues logró colocarse como secretario de la Comisión de Infraestructura y ya logró algo de recursos para Tlaxcala.
Alejandro Aguilar, otro diputado federal que se sube, ya que pian pianito opera desde el satélite PT, pero con aceptación por su ecuanimidad.
Juan Carlos Sánchez García, SAGA, se baja, pues a pesar de un lejano pero digno tercer lugar entre muchas candidatas, en la pasada elección de gubernatura con sus 40 mil votos, considera que no es suficiente para meterse en esta lucha al 2027.
Dulce Silva, aunque no ha dicho que se baja, su expectativa de ser la delegada del Bienestar no parece lograrse, lo cual era su única vía para poder subirse al tren hacia la gubernatura.
Josefina Rodríguez Zamora, si bien no se baja tampoco se ha subido porque en su primer trimestre, no ha habido una sola acción que destaque como flamante Secretaria de Turismo del gobierno federal como para posicionarla como una personaje de Poder y sigue a la sombra del sindicalista Pedro Haces, ante quien Ray le puede seguir comiendo el mandado.
Esgrima…
REMESAS Y REMESAS.
Tanto se alude a las remesas en dólares que los emigrantes mexicanos en Estados Unidos envían a México, en caso particular a Tlaxcala, pero surge una duda, a riesgo de parecer traicionero a la patria grande y chica, diré.
¿Qué tan honestos pueden ser esos dólares que llegan al estado y que nutren la economía local?
Datos en EU sobre el negocio de la trata de personas, principalmente con fines de explotación sexual, confirman que los lenones incluso contratan a jóvenes para que a diario hagan múltiples “envíos de dinero”, en una operación hormiga, pues sólo se pueden realizar depósitos hasta cierta cantidad de dólares.
Cierto que no es privativo de Tlaxcala el lenocinio, pero tampoco se puede negar el progreso económico de gran parte de las comunidades del sur, que de auditarse no habría otra explicación.
¿No vemos la deshonestidad o no la queremos ver mientras sean dólares?
Estoque…
Ya ni a los descendientes del maestro Desiderio respeta la delincuencia.
“… en el Tlaxcala que no pasa nada, me asaltaron al salir del banco (BBVA) ahí a lado del Palacio de Cultura (en la capital de Tlaxcala) me sumieron dos costillas y me quitaron teléfono y el dinero que llevaba… por lo menos alcance a depositar, creyeron que había retirado… no fue mucho lo que se llevaron… pero sí me asaltaron, en el Tlaxcala más seguro”.
Así el testimonio de Topiltzin Xochitiotzin Ortega.
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