La pandemia de 1918 dejó 142 muertos en Santa Cruz Tlaxcala

También se prohibió el uso de bebidas alcohólicas y el cierre de iglesias

Por: Fernando Martínez

 

 

En abril de 1917 en el Estado de Tlaxcala se crea el departamento de salubridad pública a quien le corresponde adoptar medidas contra las enfermedades epidémicas, evitar la aparición de enfermedades contagiosas entre otras actividades que beneficiaban a la salud del individuo, pero no tardó ni un año cuando llega a México la mal llamada ‘Gripa Española’.

La pandemia de influenza de 1918, fue la más grave de la historia reciente de la humanidad. Fue causada por el virus H1N1 con genes de origen aviar. Si bien no hay un consenso universal respecto de dónde se originó el virus, se propagó a nivel mundial durante 1918-1919.

En Santa Cruz Tlaxcala, por aquellas épocas del año de 1918, “los obreros de Tlaxcala se afiliaban a la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), incluyendo a los de San Manuel ubicada en San Miguel Contla”, según la fuente de la página de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza. Hecho en México, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), https://www.zaragoza.unam.mx/

En 1920, el amaxaquense Marcos Hernández Xolocotzi, se convierte en uno de los dirigentes más destacado del movimiento obrero, respetado por su filiación maderista, teniendo gran influencia en los obreros de Santa Cruz Tlaxcala.

Y para 1920, el señor Ángel Solana conocía ya a la perfección el movimiento textil-obrero, por esta razón no le era desconocido el panorama, tenso y de incertidumbre que se generaba con la puesta en marcha de la Constitución de 1917, con lo cual la factoría entra en una nueva dinámica laboral con los obreros y con el Sindicato de Trabajadores en General, ‘Unión y Progreso’, que era la razón social de la organización sindical de la misma. Uno de los productos terminados novedosos para la época, fueron los estampados”, hasta aquí la referencia de página del centro de artes de Tlaxcala. Fuente: http://www.ceartlax.gob.mx/Historia.html

“Entre esos años, hubo una modificación radical en el comportamiento de sus pobladores en varios sentidos: la comunidad sufre una transición de apertura hacia el exterior, motivado principalmente por la migración laboral, cuyos resultados son visibles en la cultura comunal y en la estructura social y religiosa; el español comienza a predominar sobre el náhuatl como lengua principal provocando la desaparición paulatina al monolingüalismo; la vestimenta tradicional también sufre transformaciones, y sólo algunas mujeres siguen usando la indumentaria típica, y la mayoría de hombres y mujeres comienza a usar zapatos; también se introduce el uso de utensilios para comer como cucharas, y especialmente el uso de camas que se introduce en 1918, y desde su comienzo se transforma en un símbolo de diferencia de status”, según los investigadores Nutini, Hugo G. y Barry L. Isaac, en su libro ‘Los pueblos de habla náhuatl de la región Tlaxcala y Puebla, México’, editado por el Instituto Nacional Indigenista y Secretaría de Educación Pública, 1974, p. 409.

Mientras todo ello ocurría en Santa Cruz Tlaxcala, el municipio sufrió los estragos de la gripa española de 1918. Dentro de la investigación titulada “La Influenza de 1918 en Tlaxcala: mortandad y efectos sociales”, del investigador Marciano Netzahualcoyotzi Méndez, menciona que, “de octubre a diciembre de 1918, el virus de la influenza ingresó al estado de Tlaxcala, causando miles de enfermos y centenares de defunciones entre hombres y mujeres de todas las edades y condiciones sociales. Ante una situación de contaminación generalizada, la población buscó en la medicina tradicional y alopática el “remedio” o receta facultativa que los curara de ese mal. Este trabajo reconstruye la epidemia de influenza de 1918, en base al análisis de los archivos parroquiales y municipales de todo el Estado de Tlaxcala.

En Santa Cruz Tlaxcala ocasionó 142 muertos. En esas épocas se siguieron las recomendaciones.

1.-Aseo personal más riguroso y desinfección especial de la boca y nariz con soluciones antisépticas débiles: ácido bórico al 5 por ciento, ácido fénico al medio por ciento, solución de agua oxigenada o solamente con un cocimiento ligero de hojas de eucaliptus.

2. Aseo de las habitaciones, regándolas con soluciones antisépticas de ácido fénico, creolina, sulfato de cobre, bicloruro de mercurio o cocimiento de hojas de eucaliptus.

3. Aseo, barrido y riego de patios, corrales, talleres y salones de espectáculos públicos, templos y cines, así como la parte correspondiente a la vía pública, con soluciones antisépticas más fuertes, si fuese posible, y si no, con agua simple en abundancia.

4. Aislamiento inmediato del enfermo, asistiéndose por el menor número posible de personas y desinfección de sus ropas, ropas de cama, etc., por la ebullición o sea en agua hirviendo.

5. Preventivos o profilácticos. El de mayor aceptación y que se juzga más eficaz es el sulfuro de calcio, a la dosis de cinco o seis gránulos de un centígramo, en tres dosis, mañana, tarde y noche. Recomiéndase así mismo la limonada… una vez al día como preventivo, y tres veces o constantemente a los ya atacados por la epidemia.

6. Tratamiento curativo de casos benignos.- Reclusión inmediata del paciente en sus habitaciones, evitar enfriamientos, temperatura uniforme, pero ventilación conveniente de su pieza. Alimentación sana y poca. Para la calentura que siempre acompaña a esta afección, recomiéndese la administración de cápsulas de 12 centígramos de quinina y 20 centigramos de aspirina, cada dos o tres horas[…] Si hubiese tos, pueden administrarse unos papelillos de diez centígramos de polvo de Dower y veinte centígramos de benzoato de sosa, uno cada hora, cada dos o cada tres, según la intensidad de la tos, si sobrevinieron hemorragias por la nariz o por la boca, minístrese media cucharadita de estracto fluído de Ergotina de Erba, tres veces al día,…

7. La esencia de canela, que, en realidad, goza de propiedades antisépticas marcadas, también se ha publicado últimamente como preventivo, y acaso sea útil en los enfermos a las dosis de 15 gotas vertidas en una onza pulverizada, en una sola vez, disuelta en agua. El uso

inmoderado de las tabletas de bromoquinina, es perjudicial. Se prohíbe en absoluto el uso de bebidas alcohólicas.

Si bien el proyecto preventivo y curativo contenía las indicaciones más útiles, la mayoría de éstos no fueron puestos en práctica por los grupos de población empobrecidos; es decir, la desinfección de las prendas y de las ropas de cama, la compra de medicamentos, la alimentación sana, y la ocupación exclusiva de una habitación para cada enfermo, eran hábitos de la sociedad acomodada.

Los ancianos expresaron que fueron aplicadas como remedios para el mal, infusiones medicinales hechas con hierbas silvestres y yerbas mezcladas con orines humanos (preferentemente de niños) o, con aguardiente, para untarlos en los pies de los enfermos; el efecto que esperaban era contrarrestar la intensa calentura.

Entre los medicamentos alopáticos más recetados se encuentran: las pastillas de bromo quinina, las pastillas de aspirina, el sulfato de quinina, la antipirina, el benzonaftol, el salol, la esencia de canela, las obleas secas, la corteza de quina, la raíz polígala, el salicilato de sosa, los gránulos sulfato de estricnina, el sulfuro de calcio, el benzoato de sosa, el cocodilato guayacol, las cápsulas terpinol, la antigripina, la aspiroquina y la ergotina de Erba.

Ante el incremento de enfermos y difuntos en la entidad el gobierno ordenó, a partir del 29 de octubre, la clausura temporal de los templos católicos a fin de impedir la propagación de la epidemia. Ante esto, por una parte, los fieles católicos pidieron a las autoridades gubernamentales les permitieran la apertura de las iglesias y la realización de procesiones y, por otra, algunos gobiernos municipales y curas católicos violaron la Constitución cuando permitieron o propiciaron procesiones en la vía pública.

El día 11 de noviembre, los integrantes del Club Liberal Melchor Ocampo del municipio de Amaxac denunciaron otra procesión. En aquella ocasión dijeron al gobernador que el presidente municipal permitió la celebración de una procesión en la vía pública: …Hoy a las ocho de la mañana sacaron una procesión escandalosa afuera del templo recorriendo las principales calles de la población con cuatro estatuas de los que llaman santos, cantando la letanía, con ceras en mano, mucho saumerio, tocando las campanas rogación durante la procesión, guiándolos el fiscal y el mayor con sus varas respectivas. Mirando dicha infracción nos acercamos al Fiscal para preguntarle si tenía permiso y nos contestó que lo tenía del Presidente Municipal…”, se describe en la magnífica investigación.

Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button
WP Twitter Auto Publish Powered By : XYZScripts.com