La guerra que viene

Bernardino Vazquez Mazatzi

Escritor y Periodista

 

Los expertos internacionalistas en temas del Medio Oriente dicen que no habrá guerra entre Estados Unidos e Irán o, lo que es lo mismo, entre Oriente y Occidente. Pero lo dicen más como un deseo que como la imposibilidad de una confrontación armada que primero, sería entre esas dos naciones y culturas que se odian desde los inicios de la historia moderna.

Para nadie es un secreto que la economía y la política de los Estados Unidos se basan, se centran y se mantienen por medio de la sangre. La industria militar norteamericana necesita de conflictos bélicos para continuar y fortalecerse y, la política, necesita de la guerra para dar continuidad a un gobierno. Donald Trump estaba urgido de pegarle a alguien para justificar su reelección en la Casa Blanca y encontró el pretexto en el general iraní, Qassam Suleimán quien supuestamente debía muchas a los gringos.

Atacar intereses de Irán es tanto como picarle la cola al diablo. Enemigo acérrimo del supuesto país más poderoso del mundo, Teherán había enfrentado en las más recientes décadas embargos comerciales y castigos arancelarios por su terquedad en producir armamentos nucleares. Estados Unidos acusó a veces con razón que ese país producía más uranio enriquecido del que necesitaba para sus reactores nucleares. Es una amenaza a la paz mundial, dice Washington.

Lo cierto es que Irán siempre ha estado en el ojo del policía del mundo por aquello del terrorismo y de financiar la inestabilidad en el Oriente Medio. Muchas de las organizaciones terroristas y grupos guerrilleros, se sabe, son financiadas por Irán y estas, han atentado contra los intereses de Estados Unidos. Boko Haram, Isis, Al Kaeda y hasta la misma Yihad Islámica son brazos armados que han derramado la sangre de miles y miles de seres humanos. Eso es lo que dice atacar el régimen gringo.

Entre Estados Unidos y sus aliados, Francia, España, Inglaterra entre otros y los países del Islam o árabes o musulmanes no hay forma de dialogo; no hay negociación, no hay posibilidades de acuerdos. A ambos se les hace tarde para borrarse del mapa.

¿Habrá Guerra? Desde mi punto de vista sí. Pero no será inmediata, sino que irá escalando en la medida en que ambos antagonistas se vayan agrediendo. Los dos se saben sus puntos débiles, es decir, saben dónde y cómo se encuentran sus respectivos intereses en todo el mundo. Irán domina plenamente la ubicación de las bases militares de Estados unidos y va a atacar y los gringos van a responder. De esa forma van a ir involucrando a más naciones y esas mismas van a participar en un conflicto de consecuencias inimaginables.

Lo cierto es que una nueva guerra, la tercera guerra mundial, no tendrá ganadores. Una conflagración bélica con tanta tecnología de muerte irremediablemente afectará sociedades y culturas inocentes. El uso de armas nucleares por todos los bandos contaminará al mundo de tal forma que no habrá lugar libre de radiación y no habrá forma de vida en el planeta que no se vea afectada. La “civilización” se encuentra en su grado más alto de estupidez o lo que es lo mismo, en su punto más elevado de exterminio.

A Donad Trump se le pasó la mano al atacar a un elevado personaje Iraní en suelo Iraquí. Si de verdad ese general le debía tanto a la justicia del mundo y hasta a la humanidad, debió someterlo a las cortes internacionales. Pero de eso no se trataba, sino de buscar pleito para lograr una reelección y, al mismo tiempo, fortalecer la industria militar de la que mucho depende su economía.

La situación en el mundo es grave, extremadamente delicada pues se vive como nunca antes, en el real riesgo de una guerra mundial sin vencedores. El reloj del fin del mundo, que ubicaba sus manecillas en 15 minutos para las 24 horas, con los recientes acontecimientos provocativos, llega a 30 segundos para las 24… este reloj acerca o aleja a la humanidad de su exterminio a causa de una guerra conforme hay paz o amenazas globales. Así de cerca estamos de erradicar del planeta toda forma de vida por culpa de intereses ajenos a la inteligencia, la civilización y la convivencia en un planeta de iguales.

¿Qué es lo que viene? Si los países aliados a Estados Unidos no convencen a Washington de que una guerra no es la mejor opción habrá guerra y si Irán evita vengarse de los reales o supuestos agravios, habrá guerra. ¿Qué posibilidades hay de que Estados Unidos desista de su actitud guerrera? Ninguna. ¿Qué posibilidades hay de que a Irán se le olvide su odio? Ninguna. En los países árabes o musulmanes o islámicos matar y morir es asunto de religión: quien muere a nombre de su dios es destinatario de la gloria.

Habrá guerra porque los gringos no entienden razones, porque sus intereses están por encima de la raza humana, de la religión, de la existencia y continuidad del hombre sobre el planeta. Si bien los contrarios de Trump han manifestado su desacuerdo con las acciones tomadas, eso no va a impedir que se siga adelante con esa locura. Habrá guerra porque Irán tiene aliados que también odian a Estados Unidos, porque para ellos los gringos ya les deben muchas… y habrá guerra porque se requiere un nuevo orden mundial, una nueva geografía política y económica.

Que nadie quiere guerra, es cierto, pero esta no depende de lo que se quiera o no se quiera.

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